El pasado sábado el alcalde mexicano Carlos Manzo, murió abatido por presuntos sicarios en plena celebración del Día de los muertos en Uruapan, estado de Michoacán.
De acuerdo a lo expuesto por El País, el hecho sucedió en la plaza central en aquella zona, justo en la noche inaugural del Festival de la vela.
El ataque de los hombres armados, ocurrido a las 20:00 horas (México), quedó registrado en video, que detalla los segundos de terror de los asistentes. Muchos de ellos buscando refugio.
Según la Fiscalía General Mexicana, Manzo recibió un total de seis disparos, siendo derivado hasta el Hospital Fray Juan de San Miguel, donde murió con el paso de las horas.
Carlos Manzo había denunciado que el narcotráfico aumentó su presencia en Uruapan. De hecho, una semana antes de fallecer dio una entrevista a un medio local, donde evidenciaba sus miedos.
“Temo por mi vida. No quiero ser un alcalde más de los ejecutados, de los que les han arrebatado la vida”, indicó en ese entonces.
El Gabinete de Seguridad federal confirmó, el domingo pasado, que uno de los sicarios fue abatido por fuerzas de seguridad, mientras que se detuvo a otros dos supuestos involucrados.
Por ahora, la Fiscalía sospecha del actuar de los carteles Jalisco Nueva Generación, Los Viagras y Los Caballeros Templarios en la mencionada región.
Hay que señalar que, a raíz de lo ocurrido con el alcalde, cientos de personas protestaron en las calles de la ciudad de Morelia, el pasado domingo, algunas de hecho entrando hasta el Palacio de Gobierno local.
Durante la movilización, convocada en redes sociales bajo el lema “Ya basta de abusos y omisiones”, los asistentes demandaron un alto a la violencia y la impunidad en el estado, uno de los más golpeados por el crimen organizado.