Al menos ocho policías se han reportado muertos tras una emboscada con explosivos que se llevó a cabo durante la jornada de este viernes en una localidad al sur de Colombia, ataque que fue confirmado por el presidente Gustavo Petro.

Al menos ocho policías de Colombia fueron asesinados este viernes en una emboscada perpetrada en una zona rural del departamento del Huila, en el suroeste del país, confirmó el presidente Gustavo Petro.

“Rechazo contundentemente el ataque con explosivos donde murieron 8 policías en San Luis, Huila. Solidaridad con sus familias. Estos hechos expresan un claro saboteo a la paz total. He pedido a las autoridades desplazarse al territorio para asumir la investigación”, manifestó Petro en su cuenta de Twitter.

Esta emboscada es el primer ataque de esta naturaleza contra el nuevo Gobierno de Gustavo Petro, quien consideró el ataque como un sabotaje a su propuesta de “paz total”.

Según las primeras informaciones, las víctimas son dos subintendentes, dos patrulleros y cuatro auxiliares.

Al parecer, los policías iban de regreso a la comisaría a la que estaban adscritos tras una jornada de trabajo en el corregimiento de San Luis cuando fue activado un campo minado al paso de la camioneta en la que se transportaban.

Tras la explosión, los uniformados fueron atacados con ráfagas de fusil, según la información recopilada por medios locales.

“Estamos esperando que nos confirmen (los datos) porque sabemos del desplazamiento de los ocho compañeros, pero tenemos que confirmar exactamente cuál es la cifra lamentable. El sitio no es de tan fácil acceso entonces hay una aeronave allá sobrevolando”, confirmaron a Efe fuentes policiales.

Nuevo atentado en Colombia

El director de la Policía, mayor general Henry Sanabria Cely, dijo en Twitter que se desplazará al Huila “de manera inmediata con todas las capacidades institucionales para verificar y acompañar a nuestros policías”.

Por su parte, el presidente del Senado colombiano, Roy Barreras, rechazó “con dolor” el asesinato “cobarde” de los policías en un mensaje en redes sociales.

“Los matan en emboscada. El maldito narcotráfico mata servidores públicos humildes. Luto en sus familias y en la familia colombiana. Esos que no dejan de matar solo merecen la más fuerte respuesta del Estado”, agregó Barreras.

A las condenas también se sumó el director del Departamento Administrativo de Presidencia, Mauricio Lizcano, quien rechazó el “vil asesinato” y exigió que “las autoridades deben dar con los responsables”.

ESto ocurrió cuando se paralizaron las ofensivas contra la fuerza pública mediante el llamado “plan pistola” impulsado principalmente por la banda criminal del Clan del Golfo.

Un total de 36 policías fueron asesinados como consecuencia de esos ataques de la mayor banda criminal del país que.

Lo anterior, tras la extradición a EEUU de su líder, Dairo Antonio Úsuga, alias “Otoniel”, incrementó los atentados contra la fuerza pública sobre todo en la costa atlántica y el noroeste del país.