Este jueves, la justicia argentina condenó a cadena perpetua a cinco de seis exmiembros del cuerpo de inteligencia de la llamada “contraofensiva montonera”.

Cuatro décadas después de los hechos, los funcionarios de la dictadura serán encarcelados por delitos de lesa humanidad, por haber reprimido violentamente un intento de insurrección de un grupo de activistas exiliados.

La sentencia del juicio dejó a cinco de los imputados con cadena perpetua, mientras que la condena del sexto acusado quedó en suspenso, por encontrarse supuestamente demente. Dos de estas personas llegaron a esta instancia cumpliendo prisión domiciliaria.

Los condenados, todos exoficiales de inteligencia, fueron declarados responsables de crímenes de lesa humanidad contra 94 personas. De ellas, 12 fueron asesinadas, 70 siguen desaparecidas y 12 sobrevivieron a los tormentos sufridos en centros de detención de la dictadura.

Los hechos ocurrieron en 1979, cuando los jefes de la organización guerrillera Montoneros, que se encontraban en el exterior, considerando que había un desgaste de la junta, mandaron a varias centenas de militantes a realizar ataques contra miembros del Gobierno.

La dirección de Montoneros estaba infiltrada por los militares, por lo que decenas de personas fueron torturadas y asesinadas por oficiales de inteligencia que estaban al tanto del accionar de los guerrilleros.