En un ambiente de nerviosismo por lo cerrado que se prevé el resultado, comenzó este miércoles la sesión en la que, por primera vez en su historia, el Congreso de Argentina votará un proyecto de ley para legalizar el aborto.

La sesión en la Cámara de Diputados comenzó a las 11.30 locales (10:30 de Chile) y puede extenderse hasta por 20 horas. En caso de un voto a favor, el proyecto de ley que permite el aborto libre hasta la 14 semana de gestación debe pasar luego a la aprobación del Senado.

“Hay razones de salud pública. Tuvimos tres ministros de Salud, los tres con visiones distintas por pertenecer a gobiernos distintos, y en esto coincidían: la legalización del aborto mejora la atención de salud de las mujeres argentinas”, aseveró al instalar la sesión el diputado oficialista Daniel Lipovetzky, quien ha estado a cargo de los debates.

Hasta ahora en Argentina el aborto está permitido únicamente en caso de violación o de riesgo para la vida de la mujer.

“Más allá de las buenas intenciones, (el proyecto de ley) subvierte un orden biológico, biomédico, jurídico e histórico de la nación”, criticó el diputado Horacio Goicoechea, de la Unión Cívica Radical, aliada del gobierno de Mauricio Macri.

Argentina, país del papa Francisco y de fuerte influencia de la Iglesia católica, fue pionera en América Latina en aprobar el matrimonio igualitario.

Pero el tema del aborto no había sido discutido nunca antes en el parlamento.

Aunque se ha declarado “a favor de la vida”, el propio Macri alentó el debate, luego de que fracasaran siete intentos en anteriores gobiernos.

Las posiciones en el parlamento han sido, desde el primer día, independientes de las afiliaciones políticas.

De los 275 diputados, 122 se habían manifestado en contra y 117 a favor. Minutos antes del inicio de la sesión, varios de los indecisos anunciaron sus posiciones, sin que quede claro aún qué postura tendrá la mayoría.

“Nuestra función es escuchar. No es una decisión personal, sino de lo que nosotros representamos. Escuchando a los distintos sectores de la provincia de Buenos Aires tomé la decisión de acompañar”, anunció a las puertas del Congreso el diputado Fernando Espinoza, de la agrupación peronista Unidad Ciudadana.

Las voces de la calle

Los argentinos se muestran tan divididos adentro como afuera del recinto parlamentario.

Movimientos a favor y en contra de la legalización del aborto han convocado manifestaciones y vigilias a las afueras del Congreso.

“Esperamos que el respeto se mantenga. Somos todos argentinos, podemos tener ideas muy diferentes, pero con respeto”, dijo el diputado oficialista Daniel Lipovetzky, quien ha estado a cargo de los debates.

La semana pasada se realizó en Buenos Aires una “oración interreligiosa por la vida”, a la que se sumaron líderes de la Iglesia católica y otras corrientes cristianas, así como musulmanes y judíos.

Un centenar de obispos emitió una declaración para pedir “soluciones nuevas que resuelvan los problemas sin necesidad de matar o interrumpir vidas de seres humanos” y el papa exhortó a “cuidar la vida desde su concepción hasta su fin natural”.

En tanto, estudiantes de secundaria han tomado varias escuelas en Buenos Aires para apoyar con una vigilia la despenalización del aborto.

“Las reivindicaciones principales son que se apruebe el proyecto de aborto legal, seguro y gratuito, que se cumpla con la ley de educación sexual integral, que haya protocolos contra la violencia de género en las escuelas”, resumió la líder estudiantil Juana Garay.

Muertes por abortos

Según cifras oficiales, de 245 muertes de mujeres embarazadas registradas en 2016, 17% ocurrieron por abortos. Varias ONG calculan que cada año muere un centenar de mujeres, de 500.000 que se practican abortos clandestinos en Argentina.

Organizaciones internacionales de defensa de los derechos humanos, como Amnistía Internacional y Human Rights Watch, han defendido el proyecto de aborto legal a lo largo de las discusiones de los últimos tres meses.

“La penalización del aborto impone una carga discriminatoria sobre las mujeres y niñas y pone en riesgo su vida y su salud.
El Congreso argentino tiene una oportunidad histórica para proteger los derechos de las mujeres al poner fin a este estatus quo injusto y cruel”, sostuvo José Miguel Vivancos en un comunicado horas antes de la instalación de la sesión parlamentaria.

En la otra acera, la vicepresidenta Gabriela Michetti afirmó: “Tenemos mujeres que mueren por abortos mal practicados, es un tema de salud pública que existe. Pero no acepto que para mejorar esta situación estemos coartando la vida de otro”.