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Exconscriptos entregaron un dramático testimonio sobre la marcha de instrucción en Putre donde falleció Franco Vargas, desmintiendo al comandante en Jefe del Ejército, Javier Iturriaga, sobre la vestimenta opcional. Denunciaron tratos vejatorios, falta de preparación de instructores, consumo de alcohol por parte de superiores y crueldad en la atención médica. Criticaron la falta de humanidad en el trato a los conscriptos y rechazaron las acusaciones de cobardía.

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Un dramático testimonio entregaron exconscriptos que participaron de la fatídica marcha de instrucción desde el Campo de Entrenamiento Pacollo hacia el Cuerpo Militar de Putre, donde perdió la vida Franco Vargas.

Se trata de un caso que mantiene en el centro de la polémica al Ejército, debido a las versiones contradictorias que se han ido conociendo con el paso de los días.

Este martes, por ejemplo, dos exconscriptos que participaron de la fatal marcha en Putre-Cristóbal Sanhueza y Francisco Adasme-, desmintieron la información oficial entregada por el comandante en Jefe del Ejército, Javier Iturriaga, respecto a que algunos decidieron marchar sin su tenida térmica.

“Eso de que fuera optativo es mentira. Siempre fue la misma rutina, se nos da una indicación, una instrucción y hay que seguirla. Nunca hubo como el beneficio a optar nosotros a modificar algo de la instrucción”, señaló Adasme en conversación con el matinal Contigo en la Mañana de Chilevisión.

“Nuestra instrucción era marchar con polera, blusa, pantalón y sin chaquetón, porque el chaquetón nos hacen sacarlo alrededor de veinte para las seis de la mañana y ir a dejarlo al camión, que es el camión que bajaba después con nosotros en la marcha”, agregó.

En ese sentido, agregó que “para nosotros era la costumbre, ya después del segundo o tercer día, ver a compañeros siempre apunados, vomitando, con crisis de pánico”.

“El sistema de enfermería debería funcionar de una sola manera. Te tomaban la presión, el saturómetro del dedo y si eso indicaba que estabas apto, estabas listo para ir a la guerra y para abajo y seguir”, agregó Adasme.

“Nosotros hemos tenido como el contacto con gente más antigua que nosotros, que ha hecho el servicio en el Huamachuco y nos ha tratado pésimo. Y los soldados conscriptos de segundo año fueron las primeras personas que nos trataban mal adentro. De hecho, ellos se daban el lujo de aporrear a los pelados nuevos”, acusó.

Incluso, denunció el consumo de alcohol por parte de sus superiores durante la campaña de instrucción.

“Ellos tomaban dentro de la campaña. Habían cajas de vino, habían latas de cerveza, ellos no eran conscientes tampoco, quizás por eso muchos tratos eran agresivos también”, detalló.

Exconscripto por marcha en Putre: “Se me trató mal, que no fuéramos maricones, que no fuéramos lesbianas”

De todas maneras, Cristóbal Sanhueza, enfatizó en que “no toda la gente del regimiento es mala”. No obstante, aseguró que “sí hay gente que siento yo, que no está capacitada para ser instructores nunca más”.

“Yo no estoy tranquilo, porque mis camaradas que siguen ahí van a sufrir con ellos y los futuros también. Y hay algunos que realmente no merecen ser instructores y ellos saben quiénes son”, fustigó.

En esa línea, apuntó sus críticas al enfermero que estaba en la campaña, al que tachó como “inhumano” por el trato que daba al resto de los conscriptos.

“Una de las cosas que más me dio lata vivir fue que un compañero le dio taquicardia por una instrucción diurna. Se le sube a la ambulancia, se le estabiliza y después de estabilizarlo se le tira como si fuese un perro con sus cosas a la tierra. O sea, ese nivel de ese nivel de crueldad y humillación los tenían”, relató.

Asimismo, el exconscripto echó por tierra la versión que entregó el comandante Iturriaga sobre lo sucedido en Putre, respecto a que el tipo de vestimenta era voluntario.

“Eso es totalmente falso. Yo me opuse a esa marcha, exigí ponerme guantes, que era como lo mínimo que yo exigía y se me negó. Incluso se me reprochó, se me trató mal, que no fuéramos cobardes, que no fuéramos maricones, que no fuéramos lesbianas, como ellos se referían”, dijo.

“Desde el momento en que nos formamos para salir a la marcha, nos dimos cuenta de que era un frío que requería obligatoriamente ese cargo. Yo realmente gracias a Dios, estoy bien ahora, pero sentí que podría haber perdido una mano o un dedo del frío con necrosis”, agregó Sanhueza.

“La gran mayoría de ahí son puros viejos verdes, de verdad, O sea, me daban asco. O sea, hablaban todo el tiempo de puras vulgaridades”, concluyó.