Un nuevo intento de alto el fuego acordaron el Ejército y las fuerzas paramilitares que libran una guerra desde mediados de abril. Esta tregua, en teoría, durará 72 horas y permitirá la entrega de ayuda humanitaria en todo el país.

El general Mohamed Hamdan Daglo de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) y el general Fatah al Burhan, jefe de las Fuerzas Armadas Sudanesas (FAS), aceptaron un alto al fuego de 72 horas para permitir la entrega de ayuda humanitaria en el país. Además, se comprometieron a no aprovechar de esta situación para restablecer sus fuerzas.

Los mediadores de esta tregua fueron Estados Unidos y el reino de Arabia Saudita. Este último anunció a través de un comunicado que también se acordó “permitir libertad de movimiento y entrega de ayuda humanitaria en todo Sudán”.

Jartum, la capital, ha vivido los últimos dos días un repunte de los bombardeos aéreos con resultados mortales, indicó el comité de resistencia local, una célula militante que organiza la ayuda a la población de la ciudad. Varios barrios no tienen agua potable y la red eléctrica funciona solo unas horas por semana.

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ONU advierte “desastre humanitario” en Sudán

La región de Darfur, al oeste del país se encamina hacia un nuevo “desastre humanitario”, alertó el jueves el secretario general adjunto de asuntos humanitarios de la ONU, Martin Griffiths.

Los testimonios de ataques masivos contra civiles se multiplican en esa región, de donde unos 149.000 huyeron hacia Chad desde el inicio de los combates el 15 de abril, según datos de la ONU.

Más de 2.000 personas han muerto en Sudán a causa del conflicto, de acuerdo con la oenegé Acled. La ONU evalúa en 2,2 millones el número de desplazados en todo el país y unos 25 millones, de los 45 millones de habitantes del país, sobreviven actualmente gracias a la asistencia humanitaria.

Numerosas treguas anteriores fueron violadas, incluso después de que Estados Unidos impuso sanciones a los dos bandos.