La numeróloga terminó en lágrimas luego de recordar el acoso periodístico del que fue objeto tras cancelar su matrimonio con el astro del fútbol; Sin embargo, aseguró que no se arrepiente de su decisión.

Este Día de San Valentín, coincidentemente se cumplen 20 años de la cancelación del matrimonio de María Eugenia ‘Kenita’ Larraín con el futbolista Iván Zamorano, una de las polémicas de la televisión chilena más bulladas y longevas.

Pese a que en ese entonces los chilenos que atestiguaban el quiebre creían que el término de la relación se debía a una infidelidad de la ahora numeróloga, esto puesto que días antes de revelar que habían decidido cancelar el matrimonio, Larraín se fue a España junto a Carlos Moya.

Y esto fue lo muchos creyeron durante años, puesto que recién en agosto pasado, Kenita reveló que el quiebre fue provocado por el “maltrato físico y psicológico” de los que era víctima de parte de Zamorano.

Así fue que la también ingeniera recordó todo el acoso mediático del que fue objeto durante esa época, lo mismo que la llevó al llanto en medio del programa “Sígueme” de TV+ donde se desempeña como panelista.

“Fue difícil, pero fue la mejor decisión de mi vida”, dijo de entrada María Eugenia. “En ese momento era la mala de la película si no me casaba. La prensa, en ese minuto, en un país machista, me hicieron trizas, era la mala”, contó.

No obstante, Larraín no cedió a la presión de los medios y afirmó: “Pero ahora, que han pasado 20 años, es como decir ‘qué bueno que la mala de ese momento tomó esa decisión para que cada uno pudiera tomar su propio camino, en forma separada, ser felices y formar nuestras familias“.

Cabe mencionar que actualmente Iván Zamorano se encuentra casado con la modelo argentina María Alberó, con quien lleva casi dos décadas de matrimonio.

Pero la templanza de Kenita se quebró cuando recordó en el programa el asedio de los periodistas en ese entonces, lo que la hizo romper en llanto: “Ese domingo, en que había terminado el día anterior la relación, Iván me dice ‘hola’ en Messenger y fue como una luz de esperanza“, recordó.

“Yo siempre era la mala de la película y eran tantas, pero tantas versiones… que te llegaban a descalificar… Tuve un aguante… por eso me caen lágrimas, por todo lo que aguanté. Fue heavy”
, contó.

Sin embargo, Kenita Larraín afirmó no sentirse arrepentida de haber cancelado el matrimonio, puesto que hoy “no aguantaría que nadie me zamarrée, ni que me maltratara, porque diría ‘hasta acá llegamos’. Sabría poner los límites”, aseguró.