“No. No quiero ser madre”. Así comenzó el mensaje de la cantante Vesta Lugg, quien en Instagram se sinceró acerca del significado de la maternidad en su vida.

“En mi feminismo, a veces se me olvida lo afortunada que soy. Tuve una mamá que dejó su trabajo para poder apoyar el trabajo y metas de mi papá. Dejó partes de ella por él. Gracias a ella tengo tanto. Tanta perspectiva”, explicó la también actriz de 26 años.

“Gracias a ella y la perspectiva que me dio puedo tomar decisiones y desde el privilegio, trabajar por mis objetivos y al mismo tiempo aplaudir a todas las mujeres que tomar la ruta que tomó ella. Poder decidir, ese es el objetivo”, sentenció.

Vesta no se había referido a la maternidad en el pasado, pero con su mensaje se unió a un debate del que no suele hablarse mucho. Y es que en el mundo son millones las mujeres que deciden no ser madres, a pesar de la presión de la sociedad y el cuestionamiento familiar.

¿Hay algo malo en no querer ser madres? NO

“No. La maternidad, cada vez más, es un deseo asociado a la subjetividad, a las propias experiencias biográficas, a los ideales que las mujeres construyen de sí mismas, a sus proyectos vitales”, explicó hace algunos años la psicóloga María Ester Buzzoni.

Las razones para no ser madre pueden ser muchas y todas profundamente personales, pasando por temas económicos a otros laborales o psicológicos. “El juicio sobre las mujeres que hoy deciden no tener hijos es complejo y revela que la cultura aún no se despoja completamente de un sistema de pensamiento dicotómico, es decir, que divide la realidad en dos opuestos y que construye una asociación invisible entre las categorías. Por ejemplo, a ‘hombre’ se asocian palabras como ‘masculino’, ‘productivo’, ‘público’ y ‘dominante’, entre otras. A la categoría ‘mujer’, complementariamente, se asociaron las palabras ‘femenina’, ‘reproductivo’, ‘doméstico’ y ‘pasiva’, entre otras”, añadió.

En el mundo del espectáculo no han sido pocas las mujeres que han dicho NO a la maternidad. Jennifer Aniston es una de ellas. A pesar que durante años ha tenido que lidiar con rumores de embarazo, la actriz ha hablado abiertamente del tema.

En diciembre de 2016 escribió una carta abierta donde afirmó que estaba cansada de sentirse “avergonzada y analizada por cada situación que toca la prensa sobre mí. He trabajado muy duro como para ser reducida a una triste mujer que no tiene hijos”, consignó El País.

“Sí, puede que algún día me convierta en madre, y si lo hago, seré la primera en hacérselos saber. Pero no persigo la maternidad porque me sienta incompleta de alguna manera, algo que la cultura de las noticias de celebrities quiere hacernos creer”, añadió.

En otra oportunidad, Helen Mirren aseguró que nunca se ha arrepentido de su decisión y que “nunca he sentido la necesidad de tener un hijo y no he sentido su falta”.

En Chile, Katherine Salosny se referido en varios momentos a las constantes preguntas por una opción que tomó hace muchos años. “Muchas veces he sentido que cuando me lo preguntan, lo hacen con su qué. No digo que sea tu caso. Como que te hacen sentir incompleta…”, reconoció en una entrevista con el programa Llegó tu hora.

“Hay muchas mujeres que por este deber han sido madres y todas sus frustraciones las proyectan en esos hijos”, añadió.

“Odio ser madre”

Hace algunas semanas, una carta abierta de una escritora y actriz brasileña desató debate en redes sociales. Aunque afirmó que ama a su hija con el alma, Karla Tenórico reconoció que “detesta ser madre” y que sólo accedió por su pareja.

“Odio ser madre desde que salió la cabeza de mi hija, durante el parto. En ese momento, me pregunté si no había vuelta atrás, pero no pude. Tuve una complicación en el parto, porque tenía la mano en la cabeza y fue un proceso delicado dejar el resto de su cuerpo. Fue entonces cuando lo lamenté”, reconoció.

“Hoy soy una persona que se está recuperando de la culpa de este arrepentimiento. Hoy sé que el amor incondicional no existe, me atraviesa como una brisa, raras veces me conmueve este éxtasis, porque tuve que desarrollar una relación, estoy obligada a cuidar a una persona”, agregó.

Muchas mujeres en el mundo viven el mismo dilema en silencio por miedo del prejuicio. “Ellas mismas se consideran un monstruo por sentir ese arrepentimiento aún adorando a sus hijos y siendo madres excelentes y abnegadas. Así que callan por miedo al rechazo social, a ser juzgadas y a no ser entendidas”, aseguró a Página 7 la psicóloga Laura García Agustín, directora del Grupo Clavesalud.

Según Tenórico, “la maternidad implica todo un cuidado con la higiene, la formación de un ciudadano, un estudio de psicología para entender cada fase del desarrollo, además del dinero para pagar todos los gastos de un niño. Es una bola extremadamente asfixiante estructurada por la sociedad. La maternidad es una empresa de alto riesgo, sin reconocimiento y sin retorno”.