El príncipe Felipe falleció en abril de 2021, debido a las restricciones por la pandemia, su funeral pudo contar con la presencia de sólo 30 personas.

Visiblemente emocionada se vio a la Reina Isabel II de Inglaterra durante el servicio religioso en memoria de su fallecido marido, príncipe Felipe, que se realizó este martes en la abadía de Westminster, en Londres.

Este fue el primer acto público de la monarca y viuda del duque de Edimburg, desde el pasado octubre y tras haberse contagiado con covid-19. Su presencia se confirmó horas antes de la ceremonia mediante un portavoz del palacio de Buckingham, horas antes de desplazarse desde su residencia de Windsor hasta Londres, debido a que últimamente ha padecido problemas de movilidad.

El servicio religioso estaba concebido como un acto de acción de gracias al príncipe Felipe por su influencia en diferentes ámbitos de la vida de su país, por lo que los asistentes no debieron vestir de luto.

Monarquías europeas acompañaron a Reina Isabel II y príncipe Felipe

Los miembros de las distintas Casas reales de Europa llegaron a acompañar a la familia real, incluyendo a los reyes de España. Esto debido a que el funeral del príncipe Felipe, quien falleció el 9 de abril de 2021, estuvo marcado por fuertes restricciones sociales por la pandemia y solo pudieron asistir 30 personas.

Isabel II llegó junto a su hijo, el príncipe Andrés de Inglaterra, quien se dejó ver en público por primera vez desde que alcanzara el pasado febrero un acuerdo extrajudicial con la mujer que lo denunció por abuso sexual cuando ella era menor de edad, llamada Virginia Giuffre.

Andrés tomó asiento en una hilera frontal de la abadía, junto con sus otros hermanos: Carlos, Ana y Eduardo. También estuvieron presentes sus nietos William y su esposa Kate, junto a los príncipes Charlotte y George; además de la princesa Beatriz -visiblemente afectada- y Eugenia, junto a sus maridos.

Invitados alaban a Felipe

Además de otros 30 miembros de monarquías, participaron en el acto el primer ministro británico, Boris Johnson, y su esposa, Carrie, varios ministros de su Ejecutivo y unos 500 representantes de las organizaciones de las que el duque de Edimburgo era patrón.

En la ceremonia de hoy, diferentes participantes hablaron de cómo la implicación del duque de Edimburgo en fundaciones y organizaciones benéficas tuvo un impacto en sus vidas.

En su homilía, el deán de Windsor, David Conner, recordó que el príncipe Felipe formó parte de una “humanidad imperfecta”, pero que en ocasiones se sintió “herido” al considerar que era “injustamente criticado o incomprendido”.

Del mismo modo, destacó la “lealtad” que siempre mostró a su mujer, la reina Isabel II, y a su país.