El presidente de Codelco, Máximo Pacheco, participó de un panel organizado por Financial Times en Londres, donde presentó conclusiones preliminares de los informes luego del accidente del 31 de julio de este año en El Teniente.
En la oportunidad, Pacheco contó lo que ocurrió el día del accidente y explicó que lo sucedido, “se debe a un estallido de roca”.
En conversación con La Radio, el presidente de Codelco complementó que “el estallido de roca es la ruptura abrupta e instantánea del macizo rocoso en los túneles que libera energía en forma de ondas sísmicas y proyección de fragmentos. Es un riesgo inherente a la minería profunda y no puede eliminarse, pero sí gestionarse, anticiparse y mitigarse con conocimiento, tecnología y disciplina operacional”.
En ese sentido, adelantó que probablemente la causa del estallido fue “un proceso de descarga vertical por por cambios geométricos e interacción de cavidades en el nordeste del yacimiento”.
“Con menos tecnicismo, esto significa que la forma del terreno ha cambiado, lo que afecta el modo en que se sostiene el material. Esto lleva a que en las profundidades las capas de roca se estén desplazando unas sobre otras”, explicó.
Costo por detención de actividades
En agosto, el presidente de la cuprífera había anunciado que el cálculo de las pérdidas producto del cierre luego del accidente sería de uno $340 millones de dólares, basándose en una pérdida de entre 20 mil y 30 mil toneladas. Sin embargo, actualizó esta cifra.
“Las pérdidas que estimamos de producción para el año 2025 en el teniente son de 48 mil toneladas, lo que significará que en el año 2025 las utilidades de Codelco, antes de impuestos, intereses y depreciación, van a ser 500 millones de dólares menos de lo que teníamos planificado”, comentó.
“A la fecha sabemos dos cosas relevantes”
Si bien las conclusiones anunciadas son preliminares, Pacheco aseguró que ya hay “cosas relevantes”.
“Primero, que ninguno de los registros sísmicos muestra movimientos observables y de menor magnitud que hayan ocurrido antes del evento principal y que sirvieran de señales de alerta. Es lo que hemos llamado ‘el cerro no habló"”, recalcó.
“Y la segunda cuestión relevante es que la existencia de estos controles verificó que desde el primer minuto del evento principal a las 17.34 horas del día 31 de julio, se manejaron correctamente los protocolos de activación y manejo de la emergencia que nos permitió evacuar a más de 2.500 trabajadores hacia zonas seguras”, agregó.
Por último, aclaró que el proceso de investigación no ha finalizado y que esperan tener la información que han solicitado antes de que termine este año.
“Estamos en un proceso de investigación que se inició inmediatamente después del accidente y que continúa, que va a continuar con nuevos estudios, con más información que hemos solicitado y que esperamos finalice antes del fin de año”, cerró.
“Evidentemente lo que hemos señalado son elementos preliminares de un estudio que seguimos y continuamos haciendo internamente en la empresa, con apoyo externo, con apoyo internacional para entender en plenitud qué es lo que sucedió. Pero a 90 días de ocurrido el accidente evidentemente ya podemos comenzar a hablar de las lecciones aprendidas”, advirtió.
Enviando corrección, espere un momento...
