"Primero, esto es totalmente mi culpa. Fue mi error", indicó el ejecutivo en una entrevista con Bloomberg TV, calificando su gazapo como "grave".

Este 14 de febrero no sólo será recordado como el día internacional del amor. Al menos en Wall Street, también será la fecha del reconocimiento de uno de los errores más absurdos de los que se tenga recuerdo en los últimos años.

Ayer martes, apenas unas horas tras presentar a la prensa su reporte de ganancias del último trimestre de 2023, la empresa Lyft, una de las principales competidoras de Uber en Estados Unidos, vio el precio de sus acciones dispararse un 67%. Pero lo que sería una excelente noticia para cualquier compañía, encendió las alarmas de los reguladores y de la propia firma. A Lyft le había ido bien… pero no tanto.

Pronto quedó en evidencia el problema: el comunicado de prensa de la aplicación de movilidad indicaba que la empresa proyectaba un aumento de 500 puntos base en su margen de ganancias, cuando en realidad se trataba de sólo 50.

Y esta vez no hubo un mando medio o un pasante al que achacar el desliz, sino que la culpa la asumió el propio CEO de la empresa, David Risher.

“Primero, esto es totalmente mi culpa. Fue mi error”, indicó el ejecutivo en una entrevista con Bloomberg TV, calificando su gazapo como “grave”.

“Este fue un error bastante feo, pero se me pasó un cero en el comunicado”, asumió, asegurando que lo corrigieron “en segundos” tras percatarse.

Risher pidió a la prensa que el problema no empañara los buenos resultados que, de todos modos, obtuvo Lyft en el Q4 de 2023, con ingresos que aumentaron un 17% al mismo periodo del año pasado