Los datos relacionados al PIB han caído durante cuatro trimestres consecutivos. La contracción en el tercer trimestre de este año estuvo impulsada, en gran medida, por la caída de un sector industrial dominado por las multinacionales.

La economía de la República de Irlanda ha entrado en recesión tras registrar una contracción del 1,9% del producto interior bruto (PIB) en el tercer trimestre del año, informó este viernes la Oficina Central de Estadísticas (CSO).

El análisis publicado hoy actualizó los datos del PIB desde el diciembre de 2022 para confirmar que este indicador ha caído durante cuatro trimestres consecutivos, lo que sitúa a la economía irlandesa en el terreno de la recesión en 2023.

La CSO también señaló que la Demanda Doméstica Modificada (MDD, en inglés), un indicador más fiable para la economía interna que, según el Gobierno, elude las distorsiones que crean las multinacionales, no registró apenas cambios respecto al segundo trimestre del año.

Asimismo, el producto nacional bruto (PNB), que mide la actividad económica excluyendo los beneficios de las multinacionales, cayó el 1,1% entre los pasados meses de julio y septiembre, agregó el informe.

La CSO explicó en un comunicado que la contracción del PIB en el tercer trimestre estuvo “impulsada, en gran medida, por la contracción de un sector industrial dominado por las multinacionales”.

Por contra, avanzó el 3,1% en el periodo la actividad del sector de la información y comunicaciones, al tiempo que la exportaciones e importaciones cayeron el 2,1 y el 1,7%, respectivamente.

El ministro irlandés de Finanzas, Michael McGrath, aseguró hoy que los datos de la CSO reflejan la “actual caída de la demanda” de productos farmacéuticos vinculados a la pandemia de coronavirus.

“También estamos viendo un marcado debilitamiento en las condiciones económicas globales, para las que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) proyecta un crecimiento débil para el próximo año”, declaró el titular del ramo.

McGrath destacó que la MMD, su indicador preferido para la economía nacional, se mantuvo sin cambios respecto al segundo trimestre, y que el consumo público aumentó el 0,7%, hasta alcanzar niveles similares a los de antes de la pandemia.

“El continuo aumento del gasto de los consumidores está respaldado por un fuerte crecimiento del empleo y por la moderación de la inflación, que se ha desacelerado al 2,3% en noviembre”, concluyó el ministro.