La economía terminó el año creciendo por sobre 10% por nueve meses consecutivos, llegó a cifras cercanas al 20% entre junio y agosto, y esto refleja el gran impacto que tuvo no solo la base de comparación, sino que las inyecciones de liquidez a través de retiros e IFE.

Seguimos conociendo cifras de balance del año 2021, esta vez respecto del crecimiento económico, donde no hubo grandes sorpresas en cuanto a las proyecciones y expectativas que se manejaban.

La economía chilena creció un 12% durante el año pasado, una cifra completamente histórica que nos deja liderando a nivel regional, pero que tiene varios puntos de contraste.

Así se refleja, de hecho, con el dato del Imacec de diciembre, que aumentó un 10,1% respecto al 2020 impulsado fuertemente por comercio y servicios, que aportan 7 de los 10 puntos.

De hecho, en la mirada desestacionalizada, hubo un retroceso de 0,4% con respecto a noviembre, con caídas en comercio, minería e industria.

Pero pese a estas proyecciones de ajuste, una mirada optimista la puso sobre la mesa el propio Gobierno.

El crecimiento de 2022 no está jugado, dice el ministro de Hacienda, Rodrigo Cerda quien cree que se puede crecer a 4%, con los incentivos adecuados.

Esta es una de las razones por las cuales el ministro Cerda cree que hay condiciones para seguir creciendo “por inercia”. Hay una liquidez importante que se mantiene, casi 5 mil 800 millones de dólares acumulados en Cuentas Rut de Banco Estado, por ejemplo.

Este monto es tres veces superior a los mil 700 millones que había antes de la crisis generada por la pandemia.

Acá radica buena parte de la proyección para 2022, y si bien el escenario de 4% podría cumplirse, según Sebastián Díaz de Pacífico Research, eso no es seguro.

Lo cierto es que la mayoría de las proyecciones que hay sobre la economía chilena en 2022 son bastante más bajas, cercanas al 1,5 o 2%, porque se habría llegado a un límite de capacidad productiva.

Proyección del crecimiento económico en 2022

Para revertir esto se requiere inversión, un factor que ha estado ausente y que está en el centro de la recomendación que hace el ministro Cerda. Acá han mejorado las señales del gobierno entrante, se ha reflejado, por ejemplo, en el precio del dólar.

Sin embargo, aunque en el papel, siendo optimistas se puede llegar al 4%, el gerente de Estudios de Gemines, Alejandro Fernández estima que la incertidumbre política mantendrá una presión sobre la economía.

En la mirada por sectores, hay cierta sorpresa respecto de la solidez que ha mostrado el desempeño del sector de servicios, uno de los que no cede en la comparación con noviembre.

Este fue en buena parte el que empujó el segundo semestre, pero la preocupación está más bien en la industria, y en el comercio.

Este sector, sobre todo en el retail, tuvo un 2021 completamente histórico, con crecimiento cercano al 28%, pero no se ve sostenible.

El gerente de Estudios de la CCS, George Lever ve que el año 2022 será bastante más complejo.

Lo cierto es que el Imacec de diciembre significó una señal de alerta para un año 2022 que, además, contempla un ajuste presupuestario de más del 20%.

Se trata de un alza histórica en la Tasa de Política Monetaria que va a golpear directamente al consumo –motor de la economía en 2021-, y con el ingrediente extra que pueden significar los contagios.