Este viernes el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) informó nuevos resultados de la Encuesta Nacional de Empleo (ENE), específicamente, los correspondientes al trimestre móvil mayo-junio-julio de 2020.

En ese periodo, la tasa de desocupación alcanzó 13,1%, siendo nuevamente la más alta en toda la serie desde 2010, registrando un ascenso de 5,6 pp. en doce meses, producto de las reducciones en 15,6% de la fuerza de trabajo y en 20,6% de los ocupados.

Por su parte, los desocupados aumentaron 46,4%, incididos únicamente por los cesantes (58,6%).

Los analistas ya habían advertido este escenario, pero con tope en el 13%.

Sandra Quijada, directora nacional del INE, comentó que en los últimos 12 meses se han destruido 1,8 millones de puestos de trabajo, y que en el último lapso analizado las personas desempleadas llegaron a 1.065.000.

Además, si se sumaran los ocupados ausentes a los desempleados la desocupación en el país sería de 24,1%.

En el trimestre móvil anterior la tasa de desempleo fue de 12,2%, la más alta en toda la serie desde 2010 y sólo comparable con información referencial de mediados de la década de los 80.

En marzo-abril-mayo el indicador fue de 11,2%; y en febrero-marzo-abril el registro fue de 9,0%. Previo a todas estas cifras, la mayor tasa de desocupación a nivel nacional fue de cuando en agosto de 2010 llegó a 8,4%.

Detalles de la actual tasa de desocupación nacional

La tasa de desocupación alcanzó 13,1% en el trimestre móvil mayo-junio-julio. Según sexo, por segundo período consecutivo en la serie, la tasa de desocupación de hombres (13,5%) fue mayor a la de mujeres (12,5%).

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“La tasa de desocupación ajustada estacionalmente fue 12,5%, siendo 0,5 pp. superior a la del trimestre móvil anterior, como consecuencia de la nula variación de la fuerza de trabajo y la contracción de los ocupados (-0,5%)”, comentó el INE en su informe.

En doce meses, las tasas de participación y ocupación se situaron en 51,8% y 45,0%, decreciendo 10,9 pp. y 12,9 pp., en cada caso. Estos son los niveles más bajos de toda la serie desde 2010.

Población fuera de la fuerza de trabajo

En tanto, la población fuera de la fuerza de trabajo se expandió 31,8%, influida por personas que en su mayoría no estaban buscando un empleo pero estaban disponibles para trabajar, conformando la denominada fuerza de trabajo potencial, y por los inactivos habituales.

La tasa combinada de desocupación y fuerza de trabajo potencial alcanzó 30,2%, con un incremento de 15,9 pp. en el período. En los hombres se situó en 27,7% y en las mujeres en 33,5%.

Los ocupados totales tuvieron una disminución de 20,6%, incidida tanto por los hombres (-18,4%) como por las mujeres (-23,7%). Por su parte, sostuvo el INE, debido a la implementación de la Ley de Protección al Empleo los ocupados ausentes -que representaron el 18,9% del total de ocupados- crecieron 132,6%, equivalente a 763.914 personas.

La reducción de los ocupados fue influida por comercio (-24,9%), construcción (-34,8%) y alojamiento y servicio de comidas (-49,5%), en tanto que por categoría ocupacional los principales retrocesos se observaron en los asalariados formales (-11,9%) y los trabajadores por cuenta propia (-32,8%).

Informalidad

La tasa de ocupación informal alcanzó 22,3%, decreciendo 5,2 pp. en un año. Según sector económico, el descenso de los ocupados informales se debió, principalmente, a comercio (-36,7%) y agricultura y pesca (-42,0%).

El volumen de trabajo, medido a través del número total de horas efectivas trabajadas por los ocupados, disminuyó 32,3%. De igual modo, el promedio de horas trabajadas retrocedió 14,7%, llegando a 32,1 horas.

Covid-19

En el contexto de la pandemia del Covid-19, en el trimestre mayo-julio del total de ocupados el 33,8% declaró una contracción en sus ingresos; el 58,1% los mantuvo y un 2,0% consignó un aumento.

El INE agregó que al analizar los sectores económicos con mayor participación en el total de ocupados, se destaca el impacto que tuvo en los ocupados en comercio (45,6%) y construcción (47,8%).

“Por su parte, más de la mitad de los ocupados que se desempeñaron en las categorías trabajadores por cuenta propia (68,2%) y empleadores (67,0%) declararon un descenso de sus ingresos frente a los habitualmente percibidos. Asimismo, el impacto es mayor dentro de los ocupados informales (50,6%) que los formales (29,0%)”, puntualizó el organismo.