La onza de oro alcanzó un nuevo récord durante los intercambios de mercado, por primera vez por encima de los 2.000 dólares.

El precio del oro no para de subir desde inicios de año, con un incremento de más de 30% gracias a su estatus de valor refugio en un mercado dominado por la incertidumbre por la pandemia de coronavirus.

El 18 de mayo el oro alcanzó su valor más alto desde octubre de 2012, aprovechando las medidas de los principales bancos centrales que inyectaron sumas inéditas de liquidez en la economía en el marco de la crisis.

Y el metal nuevamente tocó otro máximo el 21 de julio, cuando se cotizó a US$1.841,65 la onza.

Por su parte, la plata alcanzó también su máxima cotización desde 2014.

Tía Rica

Ante este escenario, a nivel local la Dirección General del Crédito Prendario (Dicrep) -conocida popularmente como “Tía Rica”– anunció un alza en el valor de tasación del gramo de oro hasta el 31 de agosto.

Por tanto, cada persona que empeñe una joya u objeto de este metal recibirá $12.500 por gramo ($2 mil más que lo que se pagaba antes).