Economistas anticiparon la caída en la actividad “más profunda del año” entre mayo y junio, y llamaron al Gobierno a enfocar la política fiscal en hogares y empresas, durante esta fase de contención de la pandemia. En el Ejecutivo evalúan fórmulas “flexibles” para un retorno gradual de la economía, en zonas donde el virus esté controlado.

Además de marcar un hito histórico, la contracción económica de 14% registrada en abril a través del Imacec, confirmó un ajuste a la baja para las proyecciones del Gobierno, que estimaba un retroceso de 2% para 2020 un mes atrás.

A su vez, esta revisión del escenario macroeconómico supone que el efecto “potente pero transitorio” que tendría la crisis sanitaria se ha extendido más de lo presupuestado inicialmente, cuando se proyectaba un retorno gradual de la actividad a fines de junio, y un proceso de reactivación consolidado durante el último trimestre del año.

De hecho, en ese escenario base se establecieron las medidas de alivio económico, como el Ingreso Familiar de Emergencia que este mes hará el segundo de tres pagos; y la Ley de Protección al Empleo, cuyo aporte decreciente del seguro de cesantía, en su tercer pago, está en 45%.

Es por eso que los economistas concuerdan que, en esta fase, lo fundamental es agilizar la extensión de estos beneficios ya vigentes, como lo planteó la académica de la Universidad de Los Andes, Cecilia Cifuentes.

En base al dato de abril, analistas como Patricio Rojas, de Rojas & Asociados, y Nathan Pincheira, economista jefe de Fynsa, estiman que mayo podría estar en un rango levemente superior, entre 14 y 17%.

Estos serían los meses con la caída más profunda del año, a lo que podría sumarse junio si las medidas de confinamiento se extienden, completando un retroceso en torno al 13% durante el segundo trimestre.

Aunque Rojas proyectó una caída de en torno al 4 y 5% para este año, Pincheira estimó que una extensión de las cuarentenas tendría un efecto importante en el desempleo, que podría derivar en una caída mayor.

En el Gobierno fueron categóricos en entregar una visión pesimista respecto a la economía durante los próximos meses, y el propio ministro de Economía, Lucas Palacios, decía que estamos en la mitad de la noche más oscura, larga y fría de esta crisis.

En el Palacio de La Moneda, el secretario de Estado adelantó que la estrategia tendrá que ser “flexible” para lograr la recuperación.

Este discurso, sin embargo, no es visto con buenos ojos entre los economistas, donde llaman a no adelantarse y repetir el “exitismo” que llevó a un cálculo equivocado entre marzo y abril.

El ex Tesorero General de la República, Hernán Frigolett, sostuvo que no se deben entregar señales confusas, y la pandemia debe enfrentarse con un plan fiscal estructurado donde, al menos por tres meses más, se garantice un confinamiento efectivo, para luego pensar en reactivación.

En la Central Unitaria de Trabajadores debutaron ayer en la mesa social Covid, concordando con varios de estos planteamientos. La presidenta de la multigremial, Bárbara Figueroa, instó por políticas “más audaces”.

El lunes se conoció un nuevo reporte de las ventas del comercio minorista que cayeron un 44% entre el 17 y el 24 de mayo, sumándose al retroceso de 58 y 48% registrados las semanas inmediatamente anteriores.

En buenas noticias, el precio del dólar sigue a la baja y cerró ayer en torno a 780 pesos con 70 centavos, su valor más bajo desde el 5 de febrero, llevando el precio del cobre al alza, que ayer se cotizó en 2 dólares con 47 centavos, también su precio más alto en más de dos meses.