La economía chilena se expandió 3,3% en el tercer trimestre del año, en relación a igual periodo del año anterior, impulsada por los servicios y en menor medida por el avance de la minería y las manufacturas, informó este lunes el Banco Central (BC).

El dato del trimestre julio-septiembre es previo al inicio de la crisis social desatada el 18 de octubre.

Las autoridades prevén que la detención del comercio y los destrozos ocasionados por las violentas manifestaciones frenen el avance y el año cierre con una expansión cercana a 2%.

En términos desestacionalizados, en comparación con el mes anterior, el Producto Interno Bruto (PIB) se ubicó en 0,7%. Tras pasar por revisiones, el BC fijó en 1,5% la expansión económica del primer trimestre y mantuvo en 1,9% la evolución del periodo abril-junio.

Las mayores incidencias en el crecimiento del PIB “se observaron en los servicios personales y empresariales y, en menor medida, en la construcción”, informó el BC.

Asimismo, destacó el desempeño positivo de la industria manufacturera y la contracción en el sector agropecuario-silvícola, que fue la única actividad que cayó en el periodo.

El sector minero -uno de los motores de Chile, responsable de casi un tercio de la producción mundial de cobre- creció 1,4%.

En tanto, desde la perspectiva del gasto el avance del PIB se explicó por una aumento de 2,4% de la demanda interna cimentada en el consumo de los hogares.

En comercio exterior, las exportaciones crecieron 1,2%, la primer cifra positiva en lo que va del año, y las importaciones cayeron por segundo trimestre consecutivo 1,8%.

Por su parte, la inversión total se ubicó en 22,6%.

En el inicio del año, Chile sufrió las turbulencias del mercado global por la guerra comercial entre Estados Unidos y China, lo que bajó su renta por venta de cobre.

Durante la segunda mitad de 2019 la economía comenzó su ascenso, frenada en octubre por una inusitada y extendida crisis social que amenaza con sumar unos 300.000 desempleados en los próximos meses.