Zoom anunció que sus usuarios con cuentas gratuitas tendrán que pagar para tener encriptación de cifrado de extremo a extremo.

Según indicó la popular compañía californiana, la medida se debe a su intención de solucionar los problemas de privacidad en los que se ha visto envuelta.

En una conferencia para inversores, el CEO de la plataforma, Eric Yuan, explicó que las videollamadas gratuitas continuarán sin encriptarse, lo que permitirá que las autoridades puedan aprovecharlas en investigaciones si es que es necesario.

“No queremos dar ese cifrado de extremo a extremo a los usuarios gratuitos, porque también queremos trabajar junto con el FBI y las fuerzas del orden locales, en caso de que algunas personas usen Zoom para un mal propósito”, señaló Yuan.

El cifrado de extremo a extremo es un protocolo de seguridad en el que sólo el emisor y el receptor pueden leer los mensajes. Diversas aplicaciones cuentan con este servicio de seguridad, como por ejemplo WhatsApp.

Alex Stamos, consultor de seguridad de Zoom, afirmó que esta era una medida necesaria para mantener la seguridad y “disminuir el impacto humano del abuso del producto”.

Específicamente, Stamos, quien anteriormente había ocupado el mismo cargo pero en Facebook, se refirió a problemas como el zoombombing, práctica en la que individuos se entrometen en reuniones sin haber sido invitados para robar datos y acosar.

Los encargados de Zoom buscan solucionar este tipo de problemas, y aunque Stamos admite que esta decisión no es la solución definitiva, al menos permitirá “reducir el daño”.

Recordemos que esta semana Zoom confirmó las expectativas al reportar resultados financieros acordes al entusiasmo suscitado por la plataforma de videoconferencia durante el encierro generalizado por la pandemia de Covid-19.

Entre enero y marzo, la compañía californiana logró un aumento de 169% en sus ingresos, a más de 328 millones de dólares, y obtuvo beneficios por 27 millones de la misma divisa.

Las medidas de distanciamiento social impuestas durante el confinamiento alrededor del mundo transformaron la comunicación entre las personas, que pasaron a depender en gran medida de las llamadas de video y las conferencias, tanto en su trabajo como en su vida social.