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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

Científicos japoneses desarrollaron piel "viva" para rostros de robots, con la intención de lograr sonrisas y expresiones faciales más humanas, aunque son bastante inquietantes visualmente. El equipo de la Universidad de Tokio creó un prototipo de piel copiando estructuras del tejido humano y usando células vivas.

Científicos japoneses desarrollaron piel “viva” para integrar en los rostros de robots, así, planean obtener sonrisas y otras expresiones faciales, aunque en apariencia son bastante inquietantes.

De acuerdo con BBC News, un equipo de expertos de la Universidad de Tokio copió estructuras del tejido de los humanos para crear un prototipo de piel que funcionara en las máquinas.

Sin embargo, esta extraña sustancia es solo uno de los primeros pasos para lo que aspiran, ya que su objetivo es llegar a desarrollar humanoides más realistas, con mayor movilidad, piel resistente y que además se cure a sí misma.

¿Piel artificial para robots?

Según explicó al medio, Shoji Takeuchi, investigador principal de este proyecto, la piel para robots se fabrica en un laboratorio a partir de células vivas.

Si bien, este método da buenos resultados, la parte más difícil ha sido encontrar una forma de acoplar la piel al rostro de los robots para que se mueva de manera natural.

En un principio, intentaron utilizar miniganchos para sujetarla, pero se rompía con el movimiento del robot. Recordemos que, la piel humana está sujeta a los músculos mediante pequeños ligamentos que le permiten movilidad y flexibilidad.

Para intentar replicar esto, los científicos hicieron una gran cantidad de pequeños agujeros en el robot de prueba y aplicaron un gel de colágeno, para luego poner la piel encima. El gel se cuela por los agujeros y sujeta la piel al robot.

“Al imitar las estructuras de la piel y los ligamentos humanos y al utilizar perforaciones en forma de V especialmente hechas en materiales sólidos, encontramos una manera de unir la piel a estructuras complejas“, comentó Takeuchi.

“La flexibilidad natural de la piel y el fuerte método de adhesión significan que la piel puede moverse con los componentes mecánicos del robot, sin rasgarse ni pelarse“, añadió.

Por el momento, los científicos publicaron este nuevo método en la revista Cell Reports Physical Science, pero aclaran que los robots con piel, como la de los humanos, todavía necesitan años de estudio para ser una realidad.

“Otro desafío importante es crear expresiones similares a las humanas mediante la integración de actuadores o músculos sofisticados dentro del robot“, concluyó Takeuchi.

Pese a que aún es temprano para ver robots parecidos a los humanos en la cotidianidad, los expertos señalaron que este tipo de experimentos pueden generar aportes para la cosmética o procedimientos como cirugías plásticas.