El gato fue descubierto a partir de un cráneo muy bien conservado que dataría de hace más de 15 millones de años.

Una nueva especie de gato prehistórico fue descubierta en Europa, se trata del Magerifelis peignei, que vivió hace unos 15,5 millones de años, según calculan los científicos.

Este felino fue identificado a partir de un fósil encontrado en 2007 en plena zona urbana de Madrid, España. Este lugar, que recibe el nombre de Príncipe Pío-2, actualmente es considerado una localidad fósil.

De acuerdo con SCI News, el gato pertenece a la especie Felinae, una subfamilia de felinos pequeños que tienen un hueso en el cuello, el hioides óseo, que les permite ronronear, pero no rugir.

El fósil encontrado con el que se identificó esta especie, estaba en buenas condiciones y correspondía a un cráneo. De hecho, tenía la mandíbula completa y conservaba todos los dientes, excepto los incisivos.

Los expertos dicen que su conservación es tal, que pueden hacer inferencias paleoecológicas a partir del fósil, es decir, levantar hipótesis sobre su estilo de vida o el hábitat en el que vivió.

Un gato prehistórico especial

Además, los paleontólogos, encontraron una peculiar característica en este gato prehistórico que ningún otro gato vivo o fósil tiene, a excepción del Proailurus.

Resulta que el Magerifelis peigneitenía un segundo molar inferior diminuto, un diente ausente en todos los félidos vivos y fósiles“, explicó el Dr. Manuel Salesa, autor principal del estudio que realizó junto a sus colegas del Museo Nacional de Ciencias Naturales-CSIC.

Más allá de este detalle, a partir de su cráneo, los expertos también pudieron calcular que el gato tenía una masa corporal estimada de 7,61 kg, lo que lo hace similar en tamaño a la especie Caracal caracal, por ejemplo, que habita en las sabanas y semidesiertos de África.

Descubren nuevo gato prehistórico en Europa
Mandíbula derecha del ‘Magerifelis peignei’

“Sin embargo, si las mandíbulas de estas especies se muestran con la misma longitud mandibular para una mejor comparación, la dentición de las nuevas especies es claramente más pequeña que la de estas últimas y, por lo tanto, el ejemplar tiene una apariencia más robusta, con un tamaño relativamente pequeño con un cuerpo mandibular superior, muy similar al del lince Lynx“, plantean.

Asimismo, su mandíbula le permitía una fuerte mordida a la hora de cazar para alimentarse, por lo que podía comer animales relativamente grandes, estiman los paleontólogos.

“El felino de Príncipe Pío-2 podría haber cazado presas relativamente más grandes que las de los felinos existentes de tamaño similar“, agregó Salesa.