La tribu autóctona de Estados Unidos acusó a la NASA de estar profanando las tierras de la Luna, para ellos sagrada, por querer enviar restos humanos en la misión Peregrine 1 (TO2-AB).

Buu Nygren, presidente de la Nación Navajo, tribu autóctona de Estados Unidos, pidió a la NASA que retrase su próxima misión a la Luna y reclamó por el envío de cenizas humanas al satélite natural de la Tierra.

El mandatario hizo referencia al próximo despegue de la agencia espacial programado para el 8 de enero, que enviará una sonda no tripulada a la superficie lunar.

Se trata de la misión Peregrine 1 (TO2-AB), que significa el regreso de Estados Unidos a la Luna después de varias décadas de la última misión que alunizó.

Nygren en particular, se refirió a una característica de la misión que estaba pasando desapercibida. Resulta que en el cargamento del cohete, hay conjuntos de ADN y restos humanos, que enviarán las compañías Celestis y Elysium Space, dedicadas a servicios conmemorativos espaciales, con los que transportan cenizas humanas al espacio.

Además, anteriormente, la NASA ya había recibido críticas por enviar las cenizas humanas del geólogo y científico planetario Eugene Shoemaker a la Luna a finales de los 90’s.

Para entonces, el presidente de los Navajo de esos años, Albert Hale, acusó que enviar cenizas a la Luna “equivale a profanación”, puesto que el satélite para ellos, y otras culturas alrededor del mundo, es sagrado. A partir de allí, la NASA se comprometió a consultar estos temas con la tribu.

Sin embargo, al parecer no lo habían hecho. En la radio pública de Arizona, Nygren recordó este compromiso y también apuntó a un documento firmado en 2021 por la administración del presidente Biden, que dice que se le consultará a la tribu sobre temas que los afecten.

“Es importante enfatizar que la Luna ocupa un lugar sagrado en muchas culturas indígenas, incluida la nuestra. El acto de depositar restos humanos y otros materiales, podría percibirse como descortés, en cualquier lugar en la Luna equivale a la profanación de este espacio sagrado“, escribió el mandatario de los Navajo en una carta firmada el 21 de diciembre, cuando presentó una queja formal a la agencia espacial, según Space.com.

¿Qué dijo la NASA sobre enviar cenizas humanas a la Luna?

De acuerdo con el medio citado, la NASA respondió a la Nación Navajo esta semana señalando que estas cargas son una misión comercial privada y que la agencia espacial no puede determinar la decisión final.

“No tenemos el marco para decirles qué pueden y qué no pueden enviar. El proceso de aprobación no pasa por la NASA para misiones comerciales“, aseguró en una rueda de prensa, Chris Culbert, gerente del programa de Servicios Comerciales de Carga Lunar (CLPS) en el Centro Espacial Johnson, en Houston.

Además, tampoco estaría en manos del gobierno, “con estas nuevas oportunidades y nuevas formas de hacer negocios, reconocemos que algunas cargas útiles comerciales que no pertenecen a la NASA, pueden ser motivo de preocupación para algunas comunidades. Y es posible que esas comunidades no comprendan que estas misiones son comerciales y no son misiones del gobierno de Estados Unidos, como las que estamos hablando”, agregó Joel Kearns, administrador asociado adjunto de exploración en la Dirección de Misiones Científicas de la sede de la NASA.

Por otro lado, la compañía Celestis, apeló a que no se pueden definir los términos de una misión espacial en base a las creencias de algunas culturas. “El proceso regulatorio que aprueba las misiones espaciales no considera el cumplimiento de los principios de ninguna religión en el proceso por razones obvias. Ninguna religión individual puede o debe dictar si una misión espacial debe aprobarse”, declaró al medio Charles Chafer, director ejecutivo y cofundador de Celestis.

Nadie, ni ninguna religión, es dueño de la luna y, si se tuvieran en cuenta las creencias de la multitud de religiones del mundo, es muy probable que nunca se aprobara ninguna misión. Simplemente, no permitimos ni nunca hemos permitido que las creencias religiosas dicten los esfuerzos espaciales de la humanidad; no existe ni debería haber una prueba religiosa”, concluyó.