El salmón sintético es hecho en base a plantas. Con un sabor y textura similar al salmón natural, viene a sumarse a los alimentos de este tipo.

Parece salmón, sabe a salmón, pero en realidad, no es salmón ¿o sí?. Se trata de un alimento sintético hecho en base a plantas, que es la propuesta estrella de la empresa New School Foods.

Los alimentos sintéticos son productos que imitan el sabor, color, olor, textura de alimentos naturales, ya sea de origen vegetal o animal. En su mayoría son creados en laboratorios mediante la técnica de “andamiaje”.

Esto es crear un gel de biopolímero homogéneo que al contacto con una superficie de congelación resultan cristales de hielo microscópicos alineados direccionalmente, los que se alejan de la fuente de congelación, consigna Infobae.

Luego se retira el hielo, dejando canales vacíos que actúan como andamio y se llenan de proteínas y otros ingredientes para darle la textura.

Una de las empresas pioneras y que está poniendo sus fichas en esta apuesta, es New School Foods.

El periodista Rob Pegoraro, del portal Ars Technica, propiedad de Wired, fue uno de los invitados por la empresa a degustar diversos platos preparados a base de salmón sintético.

Lo primero que les presentaron, fue un ceviche de salmón. La preparación estaba acompañada de cebolla roja, palta y pimiento.

“Presentaba bloques de color rosa parduzco con estrías como la grasa del salmón real, salvo que su color, su sabor y la sensación suave en la boca me hicieron pensar más en el atún enlatado de gama alta”, indicó el periodista, quien agregó que el sabor del pescado sintético pasó a segundo plano frente a la mezcla de sabores de los otros ingredientes.

El segundo plato fue salmón al sartén, el que, aseguró, tenía un ligero olor a hiervas con una capa superior que se desprendía fácilmente. Respecto al sabor, este era muy similar al pescado natural, pero no exactamente igual. Esto no quiere decir que estaba malo, ya que Pegoraro añadió que untado en la salsa de mantequilla que lo acompañaba, era exquisito.

Salmón sintético: una buena opción, pero…

A continuación les presentaron el tercer plato. Este era salmón marinado por media hora y luego cubierto con una costra de pan rallado japonés y albahaca, para luego asarlo. Dicha imitación tenía una sensación aún más escamosa, sin embargo, la costra anulaba al salmón.

Finalmente, la cuarta preparación era salmón a la plancha sobre una cama de polenta. La sensación en la boca era similar al primero, aunque nuevamente el sabor no alcanzó al de un salmón original.

A modo de conclusión, Rob Pegoraro aseguró que si se lo llegan a servir nuevamente con la misma maestría con la que fue preparado por los chefs contratados por New School Foods, seguramente lo comería con gusto.

Pese a lo anterior, el periodista dijo que tras escribir sobre el salmón artificial, tomó un trozo de atún y lo cocinó. Disfrutó su plato.