Inspirándose en esta habilidad que tienen aves marinas como el albatros, un grupo de investigadores propone una nueva teoría que permitiría que las naves espaciales lleguen a Júpiter en unos meses.

Un grupo de científicos ha propuesto que la técnica de elevación o alza dinámica de las aves marinas permitiría a las naves moverse rápidamente grandes distancias durante viajes espaciales. Así lo detalla un estudio publicado recientemente en Frontiers in Space Technologies.

El ser humano lleva muchos años intentando encontrar fórmulas que permitan realizar viajes en el espacio para poder estudiar la formación de las galaxias, las estrellas o los planetas, entre otras cosas. Pero, con la tecnología y el conocimiento actual, estos viajes podrían durar miles de años.

No obstante, inspirados en una técnica para volar que usan aves marinas como los albatros, los autores de la nueva investigación proponen una solución que permitiría en teoría llevar a cabo viajes espaciales mucho más rápidos. Por ejemplo, alcanzar Júpiter en unos seis meses.

Viajes espaciales sin propulsión solar

Una teoría “tradicional” plantea que los viajes espaciales a la velocidad de la luz serían posibles usando energía proveniente del Sol.

No obstante, se trata de una compleja y costosa tarea que tiene varias limitaciones como la creación de una nave hecha con materiales resistentes al calor y que posea una vela solar capaz de captar los fotones necesarios para su propulsión.

Ahora, los investigadores plantean que, para sustituir esta teoría y reemplazar la propulsión de vela solar, se podría utilizar un cable de unos pocos metros de largo para producir un campo suficientemente amplio. Este permitiría desviar el viento cargado del Sol a una escala de decenas de cientos de kilómetros.

“En este nuevo artículo, llevamos la idea un paso más allá y eliminamos por completo el uso de propulsante. En su lugar, la energía extraída del flujo sobre el vehículo se utiliza para acelerar el medio circundante en la dirección perpendicular, generando una fuerza transversal: ¡La elevación!“, afirmó el equipo a través de Twitter.

Vuelos de hasta 700 kilómetros por segundo

En teoría, este sistema funcionaría como un paracaídas magnético, arrastrado por un flujo de partículas que se mueven a velocidades de unos 700 kilómetros por segundo. Exactamente el equivalente a un cuarto de la velocidad de la luz.

“El sistema solar ofrece estructuras que presentan diferencias en la velocidad del viento de cientos de km/s, lo que permite que un vehículo que interactúe con estas regiones alcance miles de km/s”, agregaron los investigadores.

De la misma manera en que los albatros se mueven a diferentes velocidades mientras vuelan, los autores plantean que se podría utilizar la energía del viento en contra o de frente, la técnica de elevación dinámica, para conseguir una aceleración en el viaje antes de volver a la trayectoria original.

“Inspirándonos en maniobras practicadas por aves marinas y pilotos de planeadores RC, demostramos que un vehículo de vuelo que interactúa con dos regiones diferentes de viento puede extraer energía de la cizalladura del viento. Así mismo, acelerar a velocidades superiores a la del viento”, añadieron.

Los autores de la investigación estiman que sus resultados podrían dar paso a misiones que “validarían que se puede extraer una potencia de propulsión significativa del viento solar, sentando las bases para el concepto más avanzado de extraer energía eléctrica del viento para la generación de una elevación”.