Tras el éxito del primer trasplante de un útero fértil de una mujer muerta a una paciente que nació sin ese órgano, y que luego logró concebir a una bebé, un grupo de médicos brasileños está listo para replicar su hazaña en otras dos mujeres.

“Todas las pacientes que formaron parte de este grupo inicial ya han sido seleccionadas, y han sido sometidas a fertilización in vitro”, dijo el jueves a la AFP el médico Dani Ejzenberg. “Hay embriones de buena calidad en almacenamiento, y ahora estamos esperando donantes compatibles para poder realizar el trasplante”, agregó.

Pero él y sus colegas médicos deberán solicitar y esperar la aprobación de las autoridades brasileñas para generalizar a más mujeres esta técnica, que actualmente se encuentra sólo en la fase experimental de “prueba de concepto”.

Ejzenberg, ginecólogo del Hospital de Clínicas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Sao Paulo, formó parte del equipo que esta semana reveló el éxito de su operación experimental que se llevó a cabo en septiembre de 2016.

Esa operación involucró un útero de una mujer de 45 años que murió de un derrame cerebral y que fue trasplantado al cuerpo de una receptora de 32 años que había nacido sin útero debido a un síndrome raro, según cuenta la publicación The Lancet Medical Journal.

Los cigotos fertilizados se implantaron en el útero siete meses después, tras un ciclo de medicamentos para suprimir el rechazo de órganos. Y el 15 de diciembre de 2017 nació la niña. “Ella es una niña muy feliz y la madre también se siente muy satisfecha con este gran avance”, dijo Ejzenberg.

“El 15 de diciembre, el bebé cumplirá un año”, dijo. Está mostrando “un desarrollo completamente normal tanto desde el punto de vista motor como neurológico”. El profesor Luiz Carneiro, quien encabezó el equipo de trasplantes, explicó que él y sus colegas estaban orgullosos de haber permitido generar vida con su innovador procedimiento.

“Nosotros, como trasplantadores, estamos acostumbrados a trasplantar órganos y vimos que era una oportunidad para un enfoque muy diferente en el sentido de que estábamos generando vida a partir de esto”, dijo.

Falta de donantes

Antes de su experimento, las únicas opciones disponibles para las mujeres con la llamada infertilidad uterina eran la adopción o los servicios de una madre sustituta. El primer parto exitoso después de un trasplante uterino de una donante viva tuvo lugar en 2013 en Suecia.

Desde entonces, se han realizado otros 39 trasplantes de este tipo en el mundo, once de los cuales derivaron en el nacimiento de un bebé, todos a través de una donante viva.

Pero hay muchas más mujeres que necesitan recibir estos órganos que potenciales donantes vivas, por lo que los equipos médicos de diferentes países han estado trabajando para ver la viabilidad de usar úteros de donantes fallecidas, y sus posibilidades de éxito para la fecundación.

Se hicieron diez intentos, en Estados Unidos, República Checa y Turquía, antes del éxito reportado en Brasil. En ese primer caso pionero, el útero trasplantado en la mujer de 32 años de edad se extrajo durante el parto por cesárea, lo que permitió a la paciente dejar de tomar medicamentos inmunosupresores.