Un viaje en helicóptero del presidente de Filipinas para asistir al concierto de Coldplay causa debate y molestia en la nación asiática.

El presidente filipino, Ferdinand Marcos Jr., causa polémica por estas horas tras acudir al concierto de la banda británica Coldplay en helicóptero por “motivos de seguridad”, en medio de un monumental atasco vial en Manila .

Marcos Jr. empleó el helicóptero presidencial para llegar el viernes a la cita musical en el Philippine Arena capitalino. Al show lo acompañó su esposa, Liza Marcos, hecho que desató controversia en redes sociales en medio del intenso debate sobre el tráfico como uno de los grandes problemas de la metrópolis.

El grupo de seguridad presidencial (PSG) defendió no obstante la decisión de ‘Bongbong’ Marcos Jr, hijo del fallecido dictador filipino homónimo, y aseguró en un comunicado el sábado que el tránsito de los alrededor de 40.000 asistentes a la sala de conciertos “resultó en complicaciones de tráfico imprevistas”.

“Considerando que el tráfico suponía una potencial amenaza de seguridad a nuestro presidente, el PSG tomó la decisión de emplear el helicóptero presidencial”, añade el general Nelson Morales, jefe del operativo de seguridad de Marcos, en un comunicado recogido hoy por el diario The Philippine Star.

Ajeno aún a la controversia, el mismo Chris Martin, estrella de Coldplay, bromeó acerca del tráfico al dirigirse al público durante el concierto, entre quienes se encontraban Marcos Jr. y su esposa.

“Queremos daros las gracias a todos por venir pese al tráfico, ¡madre mía!”, remarcó Martin.

Además de los filipinos que criticaron que el presidente se aprovechara del dinero del contribuyente para llegar raudo al concierto en el transporte aéreo presidencial, otros cargaron las tintas contra su falta de empatía hacia la crisis de los minibuses ‘jeepney’ ante el plan gubernamental para extinguirlos.

“Un presidente que utiliza el helicóptero para ver un concierto en medio de un atasco terrible y una crisis masiva de transporte no simpatizará con los conductores de ‘jeepney’ que están a punto de perder su medio de vida”, denunció el presidente de la organización de izquierdas Bagong Alyansa Makaban, Renato Reyes, en X.

Los ‘jeepney’ son un tipo de minibus inspirado en ‘jeeps’ militares, cuyos conductores han protagonizado huelgas sucesivas para protestar contra un plan gubernamental de modernización que puede amenazar la pervivencia de este vehículo contaminante y poco seguro pero emblemático en un país con un deficiente sistema de transporte público.

“La escena en el Philippine Arena es un grave insulto a millones de filipinos que tienen que desplazarse a diario a su lugar de trabajo”, añadió Reyes.

El desmesurado crecimiento urbano y la falta de inversión en el transporte público ha hecho de Manila una de las ciudades con peor tráfico y más densas del mundo, cuyo área metropolitana hospeda a más de 26 millones de personas.