La Fiscalía del Condado de Ventura (California) no presentará cargos contra Britney Spears tras la acusación por agresión física de parte de una de las trabajadoras de su residencia.

El incidente ocurrió en el domicilio de la cantante en Thousand Oaks, el lunes 16 de agosto pasadas las 10:25 horas.

A pesar que el origen del conflicto no fue aclarado, este se produjo alrededor de un teléfono celular, y según el relato de la trabajadora, habría gatillado una serie de golpes de parte de Spears.

“Cualquiera puede hacer una acusación así, pero esto debería haberse archivado inmediatamente”, señaló el abogado de la cantante, Mathew Rosengart, cuando el caso se hizo público.

“Esta es una exageración de tabloide sensacionalista. Nada más que (una controversia del tipo) ‘él dijo, ella dijo’ fabricada con respecto a un teléfono celular, sin golpes, y obviamente sin lesiones de ningún tipo”, agregó.

La resolución de la Fiscalía coincide con otro hito judicial de la artista: esta semana, se conoció la acusación por extorsión que presentó contra su padre, Jamie Spears, en el marco de las audiencias judiciales para poner fin a su tutela.

Allí, mediante una petición complementaria a la solicitud de destitución de Jamie como conservador de su patrimonio, el abogado de la cantante presentó un documento fechado al 12 de agosto donde este solicitaba una millonaria cifra y diversas exigencias al respecto.

“(Es) un intento vergonzoso de redimir su reputación, a expensas de su hija. El problema, sin embargo, no es sobre el Sr. Spears, sus necesidades o su imagen”, aseguró Rosengart.

“Britney Spears no será intimidada ni extorsionada por su padre. Tampoco el Sr. Spears tiene derecho a tratar de mantener a su hija como rehén estableciendo los términos de su expulsión”, añadió.