Frente a un Estadio Nacional repleto, con más de 51 mil personas entre ministros de estado, ciudadanos comunes y el Presidente de la República, Paul McCartney concretó su cuarta visita a Chile en el marco de Freshen Up , la gira internacional que inició en Santiago su tramo sudamericano a tres meses de su última fecha.

Con apenas 15 minutos de retraso, pasadas las 21:15 horas, el ex Beatle irrumpió en el escenario ñuñoíno para repasar más de una veintena de himnos del cuarteto inglés, otros tantos de Wings y parte de su último disco de estudio, Egypt Station (2018).

DG Medios | Jaime Valenzuela
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En total, 39 canciones en dos horas y 40 minutos dieron forma al show de “Macca”, que arrancó con A Hard Day’s Night, Junior’s Farm y un entusiasta saludo en español: “¡Bacán verlos de nuevo!”, dijo antes de seguir con otra de la primera etapa beatle, Can’t Buy Me Love, para luego continuar con Letting Go de “las alas”.

Con distendidos y constantes diálogos en español, el británico se mostró entusiasta al momento de exhibir sus nuevas composiciones. Con jeans negros y una camisa blanca en tonos lila, se mantuvo casi siempre al centro del escenario, apoyado en su banda y en permanente tránsito hacia su piano.

Agencia Uno
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Una de las postales controversiales ocurrió pasada la hora y media de espectáculo, justo en Queenie Eye, cuando McCartney comentó: “Hay personas muy importantes esta noche, como por ejemplo, ‘el presidente"”, situación que desató pifias por largos segundos en el coloso capitalino.

Antes de eso, las galerías se iluminaron de teléfonos celulares en la coreada y contenida transición de Blackbird al homenaje a John Lennon, Here Today (“La canción para mi compadre John”, según Macca), con la única compañía de una guitarra acústica y una tarima que lo elevaba durante el tema.

Para los fans de The Beatles, McCartney regaló 22 canciones, entre ellas Got to Get You Into My Life, I’ve Got a Feeling, I’ve Just Seen a Face, From Me to You, Love Me Do, Lady Madonna, Eleanor Rigby, Being for the Benefit of Mr. Kite! y Something, la última dedicada a la memoria de George Harrison en otro de los pasajes nostálgicos.

Maybe I’m Amazed, Let ‘Em In, Let Me Roll It, My Valentine (con Natalie Portman y Johnny Depp en las pantallas gigantes, narrando en lenguaje de señas), In Spite of All the Danger (“La primera canción que grabamos con Los Beatles”, cuando se hacían llamar The Quarrymen) y el debut en vivo de Back in Brazil, también brillaron en la presentación que cerró, entre otras, con Ob-La-Di, Ob-La-Da, Band on the Run, Back in the U.S.S.R., Let It Be, Live and Let Die (momento del estallido de fuegos artificiales) y Hey Jude!

paul mccartney
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Con una puesta en escena sobria en consideración a las dimensiones de su producción, con dos pantallas gigantes y laterales que lo mostraban todo el tiempo de pie y sostenido en un set de visuales, el show avanzó al galope festivo del bajista, con una voz notoriamente más debilitada que en sus dos visitas anteriores, pero incólume en el rol de leyenda.

El único regreso al escenario estuvo reservado para Birthday, Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band (Reprise), la enérgica Helter Skelter y una sucesión casi continua de Golden Slumbers, Carry That Weight y The End, la cual despidió al ex Beatle con más fuegos artificiales, miles de aplausos, y una multitud de pie gritando su partida.

DG Medios |  Jaime Valenzuela
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paul mccartney
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