E afamado escritor argentino Eduardo Sacheri regresa a las librerías con su nueva novela, "Nosotros dos en la tormenta", donde sus protagonistas son una dupla de jóvenes que integran células armadas de la Argentina de los setenta.

“Nosotros dos en la tormenta” se titula la nueva novela de Eduardo Sacheri (1967), escritor que esta vez se inmiscuye en el convulso año 1975 para narrar una historia de amistad y guerrilla en una Argentina radicalizada por el contexto político que la agita.

La trama sigue los pasos de dos jóvenes amigos que integran organizaciones armadas que, a pesar de compartir posturas similares, rivalizan. Con ello, además de los ribetes de su vínculo afectivo, el libro también da cuenta de las acciones violentas en las que participan, las reflexiones que los persiguen y el país que cada uno va dejando atrás a medida que el año avanza.

Para Sacheri —autor de títulos como “La pregunta de sus ojos” (adaptada al cine como “El secreto de sus ojos”), “Esperándolo a Tito y otros cuentos de fútbol” y “Lo mucho que te amé”, entre otros—, los setenta son sinónimo de su niñez, pero también de algo “muy vivo y profundo”.

“En el 75 yo tenía 7 u 8 años. En mi casa se hablaba de política, y de temas que interesaban. En Argentina y en muchas de nuestros países, las guerrillas fueron algo muy fuerte. Todas mis novelas se anclan en algún momento de la historia reciente de mi país, pero sobretodo en lugares no tan frecuentados”, cuenta a BioBioChile.

Si bien la dictadura argentina de 1976 ha sido ampliamente abarcada en la literatura trasandina, no ocurre lo mismo con los momentos previos a dicho hito. Esta, tal como reconoce a días del lanzamiento, fue una de las razones para dar forma al libro.

“Todos los momentos históricos recientes conducen a nuestro presente. Esa opción por la lucha armada, por la conquista revolucionaria del poder, marcó a fuego el final de los 60 e inicios del 70, y no todos los países elaboraron sus mismas interrogantes al respecto. En Argentina, es un tema que no es tratado”, advierte.

Eduardo Sacheri: “El problema no es seguir hablando del pasado, sino que esa mirada sea teñida de una postura extrema que estamos sosteniendo en el presente”

Separada en las cuatro estaciones del año, “Nosotros dos en la tormenta” (que ya se instaló entre los libros más leídos de Argentina a días de su arribo a las librerías) no sólo pone el foco en sus protagonistas, sino también en las víctimas de las acciones armadas, sus familias, y los seres queridos de los propios guerrilleros que participan en ellas.

Para Sacheri, mirar al pasado es mirar hacia una fuente inagotable de lecciones y aprendizajes, pero también hacia un espectro que puede variar en su reflejo.

“Para mí, el pasado es una fuente muy interesante de enseñanzas, de cosas que son importantes que sepamos y pensemos. Y me parece bien que como nuestro presente va cambiando, y nuestras preguntas sobre el presente van cambiando, nuestras miradas sobre el pasado también puedan ir modificándose. El problema no es seguir hablando del pasado, sino que esa mirada sea teñida de una postura extrema que estamos sosteniendo en el presente, más que en el pasado”, reflexiona a raíz de los dichos del consejero constitucional chileno Luis Silva, quien días atrás declaró su admiración por Augusto Pinochet.

“Por otro lado, siento que la solución a esas posturas extremas sigue estando en la palabra, no en el silencio. Porque si uno no discute racionalmente esas posturas atávicas y mágicas no hacen sino que engrandecerse, porque no tienen en frente discursos racionales que las desactiven”, agrega.

(P): ¿Hubo alguna premisa que trató de salvaguardar en esta novela? ¿En que no quería que se convirtiera el libro?

(R): Hay muy buenos trabajos académicos en las universidades argentinas que han estudiado a las células armadas. Al momento de edificar la novela, yo quería evitar a toda costa las caricaturas, los estereotipos. Quería que los lectores pudieran acercarse a ese periodo desde el punto de vista que quisieran, no sólo del mío. Por eso la novela tiene 10 puntos de vista distintos.

(P): “Nosotros dos en la tormenta” es en parte una novela de amistad. ¿Se siente hábil en este tópico? ¿Cómo podría definir su relación con este tipo de historias?

(R): Sospecho que es una marca vinculada a toda mi literatura. En el sentido de que si me pongo a pensar en mis novelas o cuentos, la cuestión de los vínculos es clave para mí; es casi tan importante que la trama fáctica. Así como en la vida real son los vínculos que establecemos o no con otras personas, me pasa que le presto atención a los vínculos de amistad, familiares, de parejas (en la literatura). No sé si tengo una relación con una literatura preexistente que haya recorrido esos caminos, pero como lector me interesan.

(P): Usted es un escritor reconocido pero también un futbolero muy célebre, que ha dedicado libros enteros a historias sobre el balompié. ¿Qué opinión le merece el regreso de Marcelo Bielsa a Sudamérica como DT de Uruguay? ¿Se reconoce bielsista?

(R): Está bien que me preguntes si soy bielsista o no, porque acá los argentinos, para variar, nos dividimos entre a quienes nos parece una figura importantísima de las últimas décadas, y quienes no lo quieren, sobre todo por la desilusión del Mundial 2012. Como pertenezco al primer grupo, y creo que Bielsa no sólo es interesantísimo planteando equipos sino que pensando el fútbol más allá del fútbol, me da mucha alegría que vuelva a tener una nueva oportunidad ahora en Uruguay.

Eduardo Sacheri entra en la guerrilla: "La solución a posturas extremas sigue estando en la palabra"
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