Luego que se diera inicio a una "sucesión por herencia vacante" tras el fallecimiento de María Kodama, la viuda de Jorge Luis Borges que no dejó testamento en vida, cinco sobrinos de la albacea se presentaron en la justicia trasandina como “herederos” de los derechos de la obra principal del autor argentino.

Como si fuese un cuento del propio autor argentino, por estos días una nube de incertidumbre se posa sobre el futuro de los derechos de la obra literaria del influyente y fallecido Jorge Luis Borges (1899-1986).

Esta semana, a días del deceso de María Kodama, viuda y principal difusora de la obra del trasandino, cinco de sus sobrinos se presentaron en tribunales como herederos en el expediente sucesorio iniciado por sus abogados para determinar el destino de los derechos en cuestión.

“Me alegra mucho y alivia mi espíritu que los sobrinos de María Kodama se hayan presentado como herederos en el expediente sucesorio. Se abre una nueva etapa en la protección de la Obra de Borges”, tuiteó este martes Fernando Soto, abogado de la viuda de Borges, fallecida el 26 de marzo pasado a los 86 años.

Lee también...

El lunes pasado, Soto inició en la justicia la “sucesión por herencia vacante” de Kodama, donde solicita abrir el juicio sucesorio de la escritora y traductora para verificar la existencia de eventuales herederos porque había dado “por sentado” que Kodama “no hizo testamento”.

Según contó Soto a la Agencia EFE el martes pasado, “María (Kodama) esperó hasta último momento para hacer el testamento y cuando se dispuso a hacerlo no le dieron los medios la gente que estaba al lado de ella para concretar el acto de última voluntad” y cuando quisieron reaccionar, “ya era tarde”, porque “no estaba en condiciones de poder hacer un testamento”.

El abogado recalcó que “no hay nada oculto” y “no hay una intención, como una jugada recóndita”, sino que Kodama “esperó hasta el final” y “luego ya no pudo hacer el testamento (…). Fue tarde””.

Según dijo, “cuando (Kodama) manifestó su idea y dio algunas pautas para hacer el testamento, en ese mismo acto, en ese mismo día, debió haberse hecho”. El abogado “no” cree que haya más herederos que los sobrinos de Kodama.

El letrado también había pedido en el escrito que se ordene “la realización de un inventario provisorio” para la “urgente protección y conservación del acervo sucesorio”, que quede a cargo de la escribana de confianza de Kodama, María Eugenia Vidaurre, quien resguarda los títulos de propiedad inmueble.

Vidaurre fue quien le había informado a Soto que no tenía ningún testamento. Kodama, por su parte, era propietaria de bienes muebles, inmuebles y heredera universal de Borges.

Como tal, la viuda era la titular de los derechos de autor de toda la obra literaria, además de ser la propietaria de todas las medallas, condecoraciones y distinciones recibidas por el escritor argentino, de manuscritos originales, de dibujos de su autoría y de su biblioteca personal (intervenida por el propio Borges), entre otros muchos bienes de altísimo valor cultural, histórico y patrimonial.

La obra literaria de Borges se encuentra inscripta bajo la titularidad de Kodama, en el Registro Nacional de la Propiedad Intelectual de la Dirección Nacional del Derecho de Autor (DNDA).

Soto efectuó esta presentación en carácter de acreedor de Kodama, por tener interés en la conservación y resguardo del patrimonio de la viuda de Borges por haber sido su abogado personal y su apoderado judicial desde 2001 y por integrar la Comisión Directiva de la Fundación Internacional Jorge Luis Borges.

La historia de amor de María Kodoma y Jorge Luis Borges

Kodama, que nació en Buenos Aires en 1937, conoció a Borges (1899-1986) cuando tenía 16 años y él 54, al chocar con él en la calle, a la salida de una librería. Ella le contó que iba a estudiar Literatura y él la invitó a estudiar juntos inglés antiguo, momento desde el que no volvieron a separarse.

Pese a que en 1967, Borges se casó con otra mujer, Elsa Astete, Kodama siguió viendo al escritor argentino y finalmente se unieron en matrimonio en 1986, meses antes del fallecimiento, a causa de un cáncer hepático del escritor en Ginebra.

Dos años después de la muerte del creador de “El Aleph”, en 1988, Kodama creó en Buenos Aires la Fundación Internacional Jorge Luis Borges, cuya sede alberga innumerables objetos personales, y cuyo vicepresidente, Fernando Flores Maio indicó este martes a EFE que “no tiene nada que informar por ahora”.