El afamado escritor nortino irrumpe en las librerías hispanoparlantes con "El Secuestro de la Hermana Tegualda", continuación de la trilogía dedicada al "Tira Gutiérrez". Aquí, habla de la escena literaria local, de sus días en la Antofagasta del 2022 y de las lecciones que sacó en limpio tras sus bullados problemas de salud: "Me di cuenta que a la vida hay que sacarla a bailar: no hay que dejarla sentada porque la fiesta es muy corta", dice.

“El Secuestro de la Hermana Tegualda” (Alfaguara, 2021) se titula la última novela del escritor chileno multiventas Hernán Rivera Letelier (71), quien regresó a las librerías de la mano de uno de sus personajes más entrañables de los últimos años: el “Tira Gutiérrez”; el mismo que ahora debe resolver el misterioso rapto de su amada evangélica en una Antofagasta que, como ya es costumbre, actúa como un personaje más de la trama.

“La génesis de esta novela surgió de una conversación con una señora, en el café donde voy siempre: ‘Acabo de leer su último libro de la trilogía policial’, me dijo. ‘¿Por qué no se escribe otra?’. Perdón, es una trilogía, son tres, le dije yo. ‘Pero hágase otra, mejor’… Para dejarla en paz le respondí: voy a hacer una y le voy a poner El Secuestro de la Hermana Tegualda”, recuerda en diálogo con BioBioChile.

portada "El secuestro de la Hermana Tegualda"
Alfaguara

La broma terminó convirtiéndose en una novela que desde agosto pasado figura entre los títulos más cotizados de las librerías chilenas. Aquí, el detective privado nortino, “el único de la ciudad”, debe dilucidar el misterio tras la desaparición de la conspicua Hermana Tegualda: su secretaria, amante y pieza fundamental de la trilogía policiaca.

Con pasajes que cruzan erotismo, humor y novela negra, Rivera Letelier vuelve a recorrer las calles de su musa “Perla del Norte”, esta vez testigo ocular de una búsqueda que a ratos se vuelve atrapante y vertiginosa, y donde también se dejan ver las huellas de desastres ambientales locales y una que otra venganza furibunda.

“Aunque hayas escrito 100 libros, cuando te sientas, es como la primera vez”, reflexiona el autor de las novelas “La contadora de películas” y “La Reina Isabel cantaba rancheras”, entre más de veinte títulos.

“Me están saliendo novelas cortas porque los viejos ya no tenemos la memoria de los jóvenes, y nos volvemos eyaculadores precoces (ríe). El cerebro ya no funciona como antes”, cuenta el autor que en 2012 fue diagnosticado con Párkinson.

Para Rivera Letelier, la pandemia trajo consigo un impulso de producción literaria de la que el público verá frutos este año: además de la novela corta “El Secuestro de la Hermana Tegualda”, el pampino alista tres lanzamientos más en el mismo formato.

“No sé si escriba otro libro sobre esta saga, pero en esto uno no puede decir ‘nunca jamás’… Me gustan mucho estos personajes, el Tira y la Hermana. La relación que tienen: el juego erótico que hay en la historia. Los tres libros, más este, están en ese tono, porque el Tira tiene 42 años y la Hermana 22. Y cuando la contrató, lo hizo porque, además de ser inteligente y sagaz, como hembra era espectacular, de una sensualidad increíble. Él le tira los cortes, y ella le responde con un escrito bíblico”, dice.

Tal como describe Rivera Letelier, en la primera parte, “La muerte es una vieja historia”, la novela termina cuando están a punto de tomarse la mano. En “La muerte tiene olor a pachulí”, el desenlace alcanza el clímax cuando están a punto de besarse. “En la tercera, las mujeres me preguntaban: ‘¿el tira se la tira o no se la tira?’. Me salió en el último capítulo; eso que tenían que hacer”, recuerda.

(P): Se nota que le tiene mucho cariño al personaje de Tegualda: una mujer evangélica muy genuina. Los cultores de esta religión suelen ser caricaturizados en los medios. ¿Cómo construyó el personaje?

(R): Yo creo que fui el primero en escribir una novela sobre el mundo evangélico por dentro, y fue mi segunda novela: ‘Himno del ángel parado en una pata’. Ahí cuento mi experiencia de cuando era niño, porque mis viejos eran evangélicos; por eso les tengo respeto. En cuanto a la hermana, está inspirado en una hermana de carne y hueso que conocí ahí. Yo tenía 10 u 11 años y estaba enamoradito de una hermana que se llamaba Sebol; era un amor platónico. Está inspirada en ella.

“Cosas del pasado”

(P): ¿En qué quedó la inquina de los escritores de Santiago hacia su obra? ¿Cambiaron las cosas para Hernán Rivera Letelier?

(R):A mí no me ha importado nunca. Yo vivo a 1.330 kilómetros de Santiago, entonces no ando metido en cosas raras. Es cosa del pasado, eso.

(P) Después de más de una veintena de libros, ¿se siente valorado en Chile como escritor? Eduardo Sacheri, en diálogo con BioBioChile, se deshizo en elogios a su catálogo.

(R): Me siento valorado por los lectores y algunos colegas, pero nunca por la crítica.

(P): ¿Son de su gusto los novelistas chilenos de esta época? ¿Tiene una opinión de las nuevas generaciones? De los “nuevos”, ¿hay alguno que admire?

(R): Acá en Chile, ninguno. Los novelistas en Chile estamos mal, comparados con la poesía. Los poetas chilenos son los mejores de Hispanoamérica. Pero en novela nos ganan los peruanos, los argentinos, los colombianos, los mexicanos también nos sacan la mierda. Pero en poesía, somos campeones mundiales.

(P) ¿Y narradores latinoamericanos actuales?

(R): Me quedo con los que leo y releo siempre; los de los 60: Cortázar, García Márquez, Rulfo, Borges.

(P): Ya hace más de dos años sufrió aquel infarto en La Habana, hecho que causó preocupación nacional. Tras el episodio dijo que no vio el final del túnel, sino “el culo al diablo”. ¿Cambió su relación con la vida tras ese hecho?

(R): Estoy recuperado en un 90%… Me di cuenta que a la vida hay que sacarla a bailar, no hay que dejarla sentada porque la fiesta es muy corta. Ya no me enojo por cualquier cosa, no me interesan cosas que no me incumben.

(P) ¿Cómo es su relación actual con los efectos del Párkinson en su cuerpo?

(R): Me cuesta más escribir, y el “hablamiento”. Aún puedo escribir (solo). Me complica la idea de asistirme (para escribir), porque la literatura es algo que se hace solo… Ya se está empezando a manifestar (en la parte física).

(P) Ha dicho que es un fan de Mon Laferte y sus canciones. ¿Ha tenido la posibilidad de conocerla personalmente?

(R): Nunca, pero me la paso oyendo todos los días.

Hernán Rivera Letelier
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