Left Bank Books, una de las librerías más emblemáticas de Estados Unidos, por lo pronto la más antigua de San Luis (Misuri), optó por retirar los libros de J.K Rowling tras sus dichos sobre la comunidad transgénero, a quienes no reconoce como mujeres.

La decisión fue abordada por Jarek Steele, vocero del inmueble, mediante un comunicado: “No es como si no intentáramos darle el beneficio de la duda y la oportunidad de entender y aclarar su posición”, aclaran.

“La amamos. Nos encantaron sus historias. Y aún así, aquí estamos, en un mundo al revés donde la persona que escribió historias que fueron verdaderas celebraciones inclusivas y afirmativas de la comunidad, degrada a las mismas personas que las leen”, agregan.

El origen de la polémica data del mes pasado, luego que Rowling se refiriera a las mujeres como “las personas que menstrúan”, en alusión a un artículo de The Guardian que omitía mencionarlas como tal. Luego, tras ser cuestionada en redes sociales por su declaración, la autora respaldó sus dichos.

“La idea de que las mujeres como yo -que hemos sido empáticas con la gente trans durante décadas, sintiendo afinidad porque son vulnerables de la misma manera que las mujeres, es decir, a la violencia masculina – ‘odian’ a las personas trans porque pensamos que el sexo es real y tiene consecuencias vitales, es una tontería”, dijo.

Con esta decisión de Left Bank Books, desparece de sus estantes la saga completa de Harry Potter, uno de los grandes bestsellers de las últimas décadas, así como los demás textos anexos de “JKR”.

“Los comentarios públicos de Rowling sobre las personas transgénero, en particular sobre las mujeres transgénero, son atroces, hirientes y deliberadamente ignorantes. No sólo eso, sino que tiene una plataforma mundial para ese fanatismo que la hace aún más peligrosa”, añade el comunicado.

Para el vocero, no se trata de un tema ajeno, y así lo reflejó abordando su experiencia personal con los dichos de la autora.

“Como persona transgénero, personalmente estoy decepcionado, herido y cabreado. Me encantaron esos libros. Todavía me encantan las historias y los personajes, pero ahora ha contaminado lo que para nuestra familia y nuestra tienda fue una experiencia hermosa. Ella lo ha hecho mal al deshumanizarme y devaluarme a mí, a mis amigos y a mis compañeros de trabajo”, dijo.

Acto seguido, añadió: “Sacar los libros de nuestros estantes no hará nada para detenerla. Ella no se dará cuenta en absoluto. Pero nosotros lo haremos, y nuestro personal transgénero y nuestros clientes lo harán. Ya no nos sentimos cómodos dándole espacio en el estante mientras ella usa su amplia plataforma para burlarse de la humanidad de las mujeres trans”.