El libro del arquitecto Luis Darmendrail Salvo entrega una mirada general y detallada sobre el importante paso de corrientes neoclásicas e historicistas a las vanguardias modernistas. Vanguardias marcadas por el uso del hormigón armado, el Art Decó y el Bauhaus, entre otros. Un tránsito que tuvo un interesante y potente desarrollo en la capital de la Región del Bío Bío.

Concepción fue, desde la llegada de los españoles, un lugar importante para Chile. Una ciudad que buscaba disputar protagonismo a Santiago. Sin embargo, el ser ciudad de frontera como los diversos terremotos que la afectaron (mucho más fuertes y devastadores que los que afectaron a la capital, al punto de trasladarse de su ubicación original, en la actual ciudad de Penco) fueron grandes obstáculos.

La incorporación de la Araucanía –que significó, entre otras cosas, un cambio de la frontera- como el desarrollo minero e industrial de la región, dieron a Concepción un nuevo impulso económico. La minería del carbón, la industria textil de Tomé, el puerto seco de Talcahuano, por mencionar algunos.

A lo anterior, se suma la creación de la Universidad de Concepción, con un proyecto moderno y ambicioso a nivel de educación superior, como pocos en el país.

Vivienda de Ramón Castillo, diseñada para su familia
Archivo Osvaldo Cáceres

Concepción 1930

Luis Darmendrail Salvo presenta la mirada de un arquitecto convencido de la arquitectura moderna, funcional y racional. Una visión desarrollista, globalizada y centrada en Occidente (Europa y, crecientemente, Estados Unidos). Una mirada que plasma de manera muy documentada y estructurada, con una secuencia lógica.

Así, Concepción 1930 entrega el contexto de los años 20 y principios de los 30 (con fuerte influencia Art Decó), tanto de obras realizadas por arquitectos como construida por maestros. Para pasar a la imagen urbana, con obras como la Plaza España o el Cerro Amarillo, a la arquitectura de viviendas y continuar con la referida al comercio, ferrocarriles, la Universidad de Concepción, etc.

Concepción 1930 tiene gran cantidad de fotos, con nombres de arquitectos y fechas, con sus direcciones. Es una especie de guía de un momento importante para la ciudad –previo al gran terremoto de 1939- que sirve para entender la ciudad de hoy.

Sirve para valorar mucho de lo poco que queda aún en pie, para mirarlo con otros ojos, con información. Para mirar parte del patrimonio arquitectónico penquista entendiendo su valor.

El libro de Luis Darmendrail es un aporte a la cultura de Concepción y un estímulo para realizar otras investigaciones y publicaciones sobre patrimonio tanto en la ciudad como en otros lugares del país.

Instituto de Biología General, de Ramón y Guillermo Infante
Archivo Fotográfico de la Universidad de Concepción

Vale destacar, además de la rigurosidad y de la información que entrega, en que se haya incorporado la arquitectura popular, la “autoconstruida” o realizada por maestros. Esa arquitectura anónima que sigue siendo tan importante. Esa que refleja cómo los movimientos internacionales no sólo se expresaron a nivel local a través de las élites, de los profesionales. También lograron permear la cultura popular, hacerse parte de ella.

Portada de Concepción 1930
Dostercios Editorial

Concepción 1930

Luis Darmendrail Salvo
Dostercios Editorial
Concepción, agosto de 2021