“No querrás decepcionar a tus seguidores”. Este fue uno de los comentarios que los productores de Game of Thrones le esbozaron a la actriz Emilia Clarke, quien reveló haber recibido presiones para realizar escenas de desnudo en la serie.

“Tuve varias discusiones. Por ejemplo, les decía que la sábana no me cubría todo el cuerpo y ellos contestaban: ‘No querrás decepcionar a tus seguidores de Game of Thrones…”, afirmó la actriz en diálogo con el podcast Armchair Expert, a cargo del actor Dax Shepard.

Para Clarke, la situación estuvo directamente relacionada con su inexperiencia en este tipo de roles: “Ahora soy más sabia y sé con qué cosas me siento más cómoda”, afirmó la interprete de Daenerys en la trama, quien calificó la cantidad de desnudos de la primera temporada como “abrumadora”.

En el mismo diálogo, la actriz reconoció que la situación le causaba altas dosis de estrés, las que sólo supo afrontar a través de una peligrosa dependencia al alcohol.

Tal como recoge el diario El País de España, lo anterior quedó constatado durante una entrevista con The Sun en 2016, donde en relación al rodaje de las escenas de desnudos contó: “Todo lo que necesito es vodka, una iluminación favorecedora y estoy lista”.

De acuerdo a su relato, estas escenas no estaban estipuladas en su contrato. “Acepté el trabajo y después ellos me mandaron los guiones. Al leerlos fue como: ‘Oh, aquí está la trampa”, reconoció Clarke, quien de inmediato infirió que tendría que realizar desnudos para el personaje.

“Acababa de salir de la escuela de teatro y lo asumí como un trabajo. Si estaba en el guion, entonces era claramente necesario”, recordó sobre aquella vez, donde no reparó en lo que se le proponía.

Sobre el proceso de rodaje, Clarke guarda un mal recuerdo: “Me sentía como que flotaba en la primera temporada. No tenía ni idea de lo que estaba haciendo (…). No sabía qué debía hacer. Desconocía qué se esperaba de mí”.

“Si algo me hacía sentir mal, me iba al baño a llorar y después volvía para hacer la escena”, afirmó la actriz, quien también reveló haber sentido nervios e inseguridades profesionales durante la serie.

A pesar de lo anterior, la actriz tuvo palabras de agradecimiento hacia Jason Momoa (Khal Drogo en GOT, su pareja en la trama), quien en las grabaciones la incentivó a realizar sólo lo que la hiciera sentir cómoda. “Definitivamente fue difícil. Es por eso que las escenas, cuando pude hacerlas con Jason, fueron maravillosas”, agregó.

Consultada sobre si se arrepiente de su saga de desnudos para Game of Thrones, la actriz respondió enfática: “La gente me pregunta lo del desnudo siempre. Pero la respuesta corta es ‘no, no cambiaría nada”.