Si las emisiones de gas con efecto invernadero siguen al ritmo actual, el retroceso del casquete polar Antártico podría hacer subir en un metro el nivel de los mares de aquí a 2100, duplicando casi los anteriores cálculos de elevación de las aguas, según estudio aparecido en Nature el miércoles.

A más largo plazo, este aumento, relacionado solamente con el Antártico, podría aumentar 15 metros de aquí a 2500.

“Esto podría ser un desastre para muchas ciudades a baja altitud”, subraya Robert DeConto, de la Universidad de Massachusetts en Amherst, co-autor del estudio con David Pollard de la Pennsylvania State University.

“Pero la buena nueva es que una baja drástica de las emisiones limitará ese riesgo de reducción de gran magnitud del casquete polar Antártico”, agregó.

Hasta ahora el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Clima (Giec) preveía un alza global del nivel de los océanos de 26 a 82 cm de aquí a 2100 con relación al fin del siglo XX, de los cuales solo 12 cm estarían relacionados con el Antártico.

Esta nueva modelización 3-D tiene la particularidad de integrar el calentamiento atmosférico y la dinámica del hielo (fracturas producidas por las aguas de lluvia, hundimiento de acantilados de hielo). Y confronta estas hipótesis con anteriores episodios de calor durante el último episodio Interglaciar (hace 125.000 años) y el Plioceno (hace 3 millones de años).

“En una época en que las temperaturas medias eran apenas más elevadas que hoy, los niveles de los mares eran mucho más altos”, por ejemplo de 6 a 9 metros en el último Interglaciar, subrayan los autores.

Los investigadores estudian tres escenarios de concentración de gas de efecto invernadero.

Si la humanidad sigue emitiendo al ritmo actual, los mares subirían un metro de aquí a 2100 a causa de la reducción del casquete del Antártico y cerca de 13 metros cuatro siglos más tarde, haciendo olvidar la ganancia de hielo inicial por las crecientes precipitaciones.

Paul Nicklen/National Geographic Creative

Paul Nicklen/National Geographic Creative

Por el contrario, si las emisiones se reducen para limitar el calentamiento climático a +2°C con relación a la revolución industrial – objetivo que se fijó la comunidad internacional en el acuerdo de París a fines de 2015-, no habrá casi cambio para 2100 y el nivel subirá solo 20 cm de aquí a 2500.

Según una hipótesis intermedia, el nivel se elevaría en 32 cm de aquí a 2100 y de 5 metros de aquí a 2500. El estudio establece que el calentamiento del aire se convertiría en la causa principal del derretimiento del casco.

Hasta ahora las investigaciones se interesaban especialmente en el impacto del calentamiento del océano en las placas de hielo que protegen los bordes del casquete glaciar.

“En la actualidad las temperaturas estivales se acercan o exceden 0°C en muchas placas”, subrayan los autores.

“A causa de la superficie plana cerca del nivel del mar, un leve calentamiento es suficiente para acrecentar netamente la extensión del deshielo de la superficie y las precipitaciones del verano”, indica.

Al mismo tiempo, el alza de temperatura del océano retardaría por miles de años el retorno del proceso de congelamiento, incluso aunque las emisiones terminan por ser controladas, subraya el estudio.