Un cirujano plástico fue condenado a pagar 30 millones de pesos como indemnización por una operación realizada en el Hospital Las Higueras de Talcahuano, que dejó con graves secuelas a una mujer. La resolución de la Corte Suprema dejó feliz a la afectada, quien dijo que sólo buscaba justicia.

En 2009, Katherine Garrido decidió someterse a una cirugía plástica para levantar sus senos, luego de la maternidad. Se operó dos veces y terminó con una mama debajo de la axila y la otra en el tórax, relató.

La afectada dijo que conversó con el médico, Patricio Stevens, pero que no obtuvo respuestas. Por eso inició acciones judiciales, que terminaron con un fallo unánime de la Tercera Sala de la Corte Suprema, que confirmó la condena al facultativo, por 4 millones 770 mil pesos por daño emergente y 25 millones por daño moral.

Katherine se mostró feliz con la resolución, no sólo por el dinero, sino porque a su parecer se hizo justicia.

En la sentencia, la Corte Suprema señaló que “en atención al desastroso resultado presentado, el que no se condice con la complejidad y riesgos que la práctica presenta, era dable presumir la existencia de culpa y la relación causal entre la actuación del médico y el daño sufrido por la paciente”.

Ahora, Katherine Garrido plantea someterse a una tercera operación, para reconstruir su dañado cuerpo y retomar su vida, después de seis años de trámites judiciales.