En marzo de 2011, China comenzó a construir el que supone ser “el mayor radiotelescopio del mundo”, emplazado en unas montañas de la provincia de Guizhou, al suroeste de nación asiática.

Su construcción aún no concluye y se encuentra actualmente en la etapa de ensamblaje de su reflector de 500 metros de diámetro, equivalente a 30 canchas de fútbol, según explica la prensa estatal People Daily.

Serán 4.450 paneles los que conformarán el plato principal del telescopio esférico, que ha sido bautizado como FAST, y que el régimen chino ha financiado como parte de su programa espacial militar.

El mega aparato podrá recibir señales de radio desde distintas partes y pretende además “elevar enormemente la capacidad de los científicos chinos de observar el espacio exterior”.

Wu Xiangping, director general de la Sociedad Astronómica China, aplaudió el proyecto que les permitirá contar con capacidad propia de observación, y no “de segunda mano”, con la cual no han logrado avances.

“Al tener un telescopio más sensible podemos recibir radiomensajes más débiles y más distantes. Eso nos ayudará a buscar vida inteligente fuera de la galaxia y a explorar los orígenes del universo”, comentó Wu.

Diseño final de FAST | Xinhua

Diseño final de FAST | Xinhua

¿Qué pasa con ALMA?

Pero este proyecto, que debiera comenzar a operar en 2016, no afecta al actual observatorio astronómico del norte de Chile, que ostenta el título del más grande y poderoso del planeta: El Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA).

Así al menos lo indicó Stuart Corder, subdirector de ALMA, que en entrevista con BioBioChile aclaró las diferencias e implicancias de este nuevo observatorio.

Según la prensa extranjera, FAST se convertiría en el radiotelescopio más grande del mundo, sin embargo Corder desechó tal idea.

“ALMA no quedaría en segundo lugar. Son radiotelescopios distintos que no se pueden comparar así de fácil en un ranking. FAST será una sola antena gigante de 500 metros de diámetro con resolución fija en una determinada frecuencia. ALMA es un conjunto de 66 antenas que combinan su señal gracias a la interferometría y que puede alcanzar resoluciones cientos de veces mejor, pero que no es tan sensible por el solo hecho de tener un área de telescopio con una superficie inferior para recolectar las emisiones del universo. Fundamentalmente, la comparación entre ambos telescopios se hace más difícil dado que ambos observan distintas frecuencias de luz”, aclaró el astrónomo.

- ¿Qué diferencias hay entre FAST y ALMA?

FAST será una sola antena, que dependerá de la dirección de la Tierra para apuntar sus observaciones. Efectivamente su superficie de recepción será gigantesca, pero eso no es lo único que importa. ALMA produce imágenes a alta frecuencia (cientos de veces más altas que las de un teléfono celular), apuntando a radioemisiones de átomos, moléculas y polvo en el Universo. FAST observará a frecuencias iguales o más bajas que las de un teléfono celular y no producirá imágenes -es un pixel individual increíblemente sensible-, principalmente apuntando a radioemisiones de electrones girando en campos magnéticos alrededor de planetas, estrellas y en nuestra galaxia o en galaxias cercanas.

- ¿Prevén algún trabajo conjunto con FAST?

FAST va a ser capaz de observar algunos átomos y moléculas que ALMA no puede observar, de modo que algunas exploraciones conjuntas podrían ser posibles. Algunas veces, para poder entender mejor un objeto celeste es necesario comprender todos los diversos tipos de emisiones, tanto de radio como ópticas, que el objeto está entregando.

- China reclama que con los datos de terceros no logra hacer buenos análisis, de ahí la razón de armar su propio radiotelescopio. ¿Es así?

Los datos obtenidos con FAST serán más sensibles (dada la amplitud del disco de la antena), por lo que probablemente entregará descubrimientos que los actuales telescopios no son capaces de entregar.