Las autoridades de México atizan sus esfuerzos para acorralar al fugitivo capo de las drogas Joaquín “El Chapo” Guzmán, quien resultó herido recientemente al caer mientras se escabullía de fuerzas especiales en las agrestes montañas de su bastión.
Hace unos días, el líder del cártel de Sinaloa “realizó una huida precipitada” en el noroeste del país para evitar ser aprehendido, lo que “le causó lesiones en una pierna y en el rostro”, informó en un breve comunicado la noche del viernes el Gabinete de Seguridad.
La institución no especificó el grado de gravedad de las heridas, pero aclaró que las lesiones “no fueron producto de un enfrentamiento directo” con las fuerzas de seguridad.
Tampoco precisó la fecha ni el lugar exacto en que los hechos tuvieron lugar, pero una fuente del gobierno federal dijo a la AFP que Guzmán se lastimó en “una o varias caídas” mientras se escapaba a las montañas de la Sierra Madre.
“Se considera que es debido a la zona escabrosa de los terrenos que sufrió una caída. Es una zona bastante accidentada”, comentó la fuente, familiarizada con la operación, bajo el anonimato.
Un segundo funcionario federal dijo a la AFP que el operativo tuvo lugar la semana pasada en los límites del estados de Sinaloa y Durango, bastión del cártel que encabeza “El Chapo”, de 58 años, tres meses después de su fuga de una cárcel de máxima seguridad en el centro del país.
Esos dos estados y el vecino Chihuahua forman el llamado “Triángulo Dorado” del narcotráfico, por su difícil acceso y su alta producción de marihuana y amapola que luego es enviada a Estados Unidos.
Según los funcionarios contactados por AFP, fuerzas especiales de la Marina Armada han concentrado su búsqueda -incluso con helicópteros- en esta zona desde hace semanas.
“Se le esta cercando”, dijo la segunda fuente federal.
Fuentes de la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA) habían dicho a la AFP que, tras su fuga, el capo había huido a una zona montañosa de su natal Sinaloa, donde goza del apoyo de la población local.
Su escape de una cárcel de máxima seguridad en las afueras de Ciudad de México dejó en entredicho al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.
La noche del 11 de julio, “El Chapo” burló la seguridad del penal El Altiplano al escapar, en motocicleta, a través de un kilométrico túnel que conectaba el piso de la ducha de su celda con el exterior.
Desde entonces, el capo es buscado por todo el país y en septiembre, México emitió una orden de detención con fines de extradición a Estados Unidos contra el capo, por cuya captura ofrece 3,8 millones de dólares.