Impacto a nivel mundial provocó a fines de enero el caso de Bart, un gato que prácticamente regresó a la vida después de haber sido atropellado, dado por muerto y sepultado por su dueño, logrando salir de su tumba para volver a su hogar en Estados Unidos.
Sin embargo, situaciones que nos sorprenden al demostrar los extremos a los que la vida puede aferrarse también ocurren en nuestro país.
Es el caso de Yolanda Adonis, una rescatista animal de Santiago quien compartió en su cuenta de Facebook la emotiva historia de cómo logró reanimar a una pequeña gata luego de que esta permaneciera abandonada inmóvil durante 2 días en la basura, tras ser dada por muerta.
En conversación con BioBioChile, la mujer relató como había encontrado a la gatita de pocas semanas un día lunes, dentro de una caja junto a la basura, en el sector industrial donde se desempeña en Recoleta. “Estaba totalmente rígida, fría, con la cabeza doblada hacia atrás. De su hocico salían y entraban hormigas. Estaba muerta”, contó.
Vecinos le indicaron que el animal había permanecido allí todo el fin de semana, inerte. De hecho ellos no habían intervenido asumiendo que estaba fallecida.
Sabiendo que ese día pasaría el personal de aseo a recolectar la basura, Yolanda se llevó el cuerpo de la gata con el fin de darle sepultura en el patio de su casa. “Ya estaba en la oficina pero volví a buscarla. Me dio mucha pena pensar en que simplemente la echarían al camión”, aseveró.
Su compasión resultó providencial para la pequeña gata. Tras limpiarla de suciedad e insectos, la puso sobre su regazo sobre un chal. Cerca de 30 minutos después, no daba crédito a lo que escuchaba: el animalito había gemido.
Supuso que la había apretado y era el aire que le quedaba en sus pulmones. Pero momentos después volvió a dar otro gemido muy débil, casi sin moverse. Esta vez no había duda de que aún tenía vida en su cuerpo. Yolanda la puso sobre un guatero, sopló el interior de su boca para animarla a respirar y le dio algunas gotas de agua con miel con ayuda de una jeringa.
“Pensé que la gata estaría agonizando y esos eran sus últimos momentos de vida, pero al pasar el tiempo logró acomodarse y volver a alinear la cabeza con su columna. Entonces llamé a una amiga para que viniera a buscarla y la llevara a un veterinario”, relató.
El profesional les indicó que la gata estaba en un estado de desnutrición y deshidratación tan severo que había reducido sus signos vitales al mínimo. Aquella noche sería crítica para saber si lograría sobrevivir. Contra todo pronóstico, no sólo siguió con vida sino que recuperó la conciencia y pudo volver a abrir los ojos.
“Mi amiga se la llevó a su casa aún dudando si podría recuperarse, pero lo hizo plenamente y decidió adoptarla. Ahora es una gatita normal y juguetona. La llamamos Florcita Victoria”, cuenta Yolanda.
“Creo que es un milagro. Ella prácticamente resucitó del estado de hibernación en que estaba. Aunque tengo más de 13 años rescatando animales y he visto muchas historias de maltrato y muertes, me emocionó mucho saber que se salvó por haber atinado a sacarla de la caja, en vez de dejarla ahí donde en apariencia estaba muerta”, concluye.
Si bien Florcita Victoria ya está en un hogar definitivo, Yolanda cuenta que junto a su grupo de rescate tienen más de un centenar de felinos de todas las edades en hogares temporales, en espera de una familia que los adopte. Quienes deseen darles un hogar o aportar a su trabajo, pueden contactarla en el correo entregatos.flo@gmail.com
¿Es posible que un gato entre en “hibernación”?
Casos como el de Bart o Florcita Victoria parecen demostrar el dicho popular de que los gatos tienen 7 vidas. Pero, ¿es posible que estos animales puedan poner su vida en suspensión cuando sus cuerpos han sido llevados al límite de su resistencia?
Según detalla la médico veterinaria especialista en felinos de la clínica SOS de Concepción, doctora Marcela Castillo, los gatos no poseen ninguna habilidad especial para detener el metabolismo de su cuerpo en este tipo de situaciones. Sin embargo, sus signos vitales sí se pueden reducir hasta un punto en que aparenten estar muertos.
“Si un gato sufre hipotermia e hipotensión debido la situación extrema que está experimentando, su frecuencia cardíaca y respiración se reducirá a un punto en que será muy difícil detectarla. Si luego se le estimula y da abrigo, puede llegar a recuperarse”, explica.
¿Hay alguna forma de saber si el animal está aún con vida en esas situaciones?
“Lo más recomendable es auscultarlo o tocar su tórax para ver si aún hay latidos, aunque puede ser complejo si no se tiene experiencia haciéndolo. Cuando están en muy malas condiciones, la frecuencia cardíaca de los gatos se vuelve tan lenta y los golpes de su corazón tan suaves, que se debe prestar mucha atención”, indica.