Un niño de tres años se mató accidentalmente de un disparo en la cabeza este viernes en el estado estadounidense de Texas, reportó la prensa local. 

El pequeño, que se hallaba en su casa en la ciudad de Houston junto a su madre y su hermano, fue transportado de urgencia hacia un hospital por helicóptero en condición crítica pero dejó de existir, indicó la televisión KPRC, de la cadena NBC.

Su identidad no fue proporcionada.

“Es horrible que cualquier niño se dispare”, dijo una vecina, Kristine Longwood, a la KPRC, que citó declaraciones de detectives según los cuales todo indicaría que se trató de un trágico accidente.