Aunque sus negociaciones debían finalizar en 2012, el Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Asociación Económica (TPP, por sus siglas en inglés), promovido por Estados Unidos, se ha convertido en un verdadero pantano para sus proponentes.

Anunciado como un tratado que favorecería el comercio de 12 naciones con presencia en el Pacífico -entre ellas México, Perú y Chile- el secreto en el cual se han discutido sus normas y la denuncia de que muchas de ellas resultan abusivas para rubros como la salud, la internet o la cultura, han provocado la tenaz resistencia por parte de grupos activistas y ONGs.

Fue esta presión la que hizo que en nuestro país a fines de 2013, el Congreso decidiera detener la firma del acuerdo, junto a una declaración pública donde 34 diputados y 15 senadores exigían mayor transparencia en las negociaciones.

Sin embargo esta semana la Electronic Frontier Foundation (EFF), organización internacional de defensa de los derechos digitales, advirtió que las negociaciones seguían en marcha y ya se había logrado que todas las naciones involucradas adhirieran al periodo de exclusividad del derecho de autor vigente en Estados Unidos.

Esto significa que un libro, canción, película, programa de software o cualquier otra obra intelectual, seguirá estando atada a los propietarios de sus derechos de explotación durante toda la vida del autor más otros 70 años. Es decir, en la práctica, durante un siglo y medio.

Sorprendentemente, en Chile esto no es novedad: ya en 2003 aprobó sumarse al estándar estadounidense.

“Por esto quizá el aumento parezca marginal para el caso chileno, pero sus efectos son bastante más amplios. Este es sólo uno de muchos puntos en que el TPP retira del control de los Estados, fijando un nuevo estándar que va más allá de los 50 años que fijan los tratados sobre propiedad intelectual. La opinión de la ciudadanía en tal sentido, se vuelve cada vez más irrelevante”, explica el abogado y director de contenidos de la ONG Derechos Digitales, Juan Carlos Lara.

¿A quién afecta realmente la extensión de estos plazos?

Aunque las empresas que basan sus activos en la propiedad intelectual -como Disney- han insistido en que el aumento de plazos en la exclusividad de derechos fomentan la creatividad e innovación, existen diversos estudios que estipulan precisamente lo contrario.

Un estudio del profesor de economía digital de la Universidad Cardiff en Reino Unido, detectó que estos plazos considerados excesivos acaban por provocar un daño a las economías locales. De igual forma, el doctor Matthew Rimmer de la Universidad Nacional de Australia, calculó que su país perdía 88 millones de dólares extra cada año, por concepto de pago de regalías a otros países, tras la última extensión de plazos de derecho de autor aprobada por su gobierno.

“No existe evidencia alguna de la necesidad ni de la conveniencia de aumentos en los plazos de protección. Cuando suben los años de plazo, se extiende la posibilidad de explotar las obras ya existentes, incluso de artistas que no volverán a crear porque están muertos. No existe evidencia de que se estimule la creación de nuevas obras mediante los aumentos de plazos, pero se insiste en aumentarlos a favor de los titulares actuales”, añade Lara.

Otra arista de preocupación es lo que sucede con las llamadas “obras huérfanas”. Esto, creaciones cuyos autores fallecieron sin herederos o a quienes se les ha perdido el rastro, y cuya utilización en nuevas obras es ilegal sólo por el hecho de estar bajo el plazo de protección.

“Ese aumento, que ya no parece pensado en artistas, viene a agregarse a una serie de medidas ya presentes en el TPP que apuntan en un único sentido de mayor control: se suma a medidas de mayor control fronterizo, retiro de contenidos en internet, sanción a la elusión de medidas tecnológicas de protección de acceso, nuevos delitos, entre otras, que enfatizan un sistema cada vez más restrictivo, aun cuando el intercambio cultural parece no exigirlo ni necesitarlo”, afirma el abogado de Derechos Digitales.

De esta forma, Lara hizo un llamado a la ciudadanía a informarse y hacer su escuchar su opinión frente a las negociaciones del TPP.

“El aumento en los plazos de protección, que afecta de manera distinta a los distintos países del TPP, es solamente una pieza en un rompecabezas mucho más amplio y problemático que incluye no solamente derechos de autor, sino también nuevas reglas sobre patentes farmacéuticas, protección para variedades vegetales y animales, reglas que desregulan la inversión y limitan la acción estatal. Lo que podemos esperar es que el celo que a veces se muestra para la protección de determinadas industrias, exista también para la protección de los intereses del público general”, sentenció.

Los actuales plazos del derecho de autor en Chile

1) La norma general ata las obras a la vida del autor más 70 años a partir de su muerte.
2) Publicación anónima o pseudónima, o software corporativo, 70 años desde la publicación.
3) Obras inéditas, si se publica dentro de 50 años de su creación, se sigue la regla general. Si no fue publicada, 70 años desde la creación de la obra.