El terremoto de 8,2 grados Richter que afectó el norte de Chile la noche del martes, y la posterior alarma de tsunami para toda la costa de nuestro país, sirvió para estrenar el nuevo protocolo de coordinación entre los organismos de emergencia que fue anunciado por el entonces ministro del Interior, Andrés Chadwick, el 4 de junio 2013.

Se trata de un documento en el que trabajó la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi) en caso de activarse el Sistema Nacional de Protección Civil, y que busca corregir los errores cometidos la madrugada del 27 de febrero de 2010, fallas en procedimientos que llevaron a las autoridades de la época ante la justicia.

De acuerdo al Decreto Supremo D.S. N° 38/2011 del Ministerio del Interior, “deberá constituirse un Comité Nacional de Operaciones de Emergencia (COE), cuando se registren emergencias, desastres o catástrofes que provoquen daños de consideración en las personas y/o los bienes, que afecten todo o parte del territorio”.

Según se estableció, el COE estará encabezado por el ministro del Interior de turno, además del director de Onemi, el subsecretario del Interior, el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, además de Carabineros y la Policía de Investigaciones. En esta instancia no participará el Presidente de la República, tal como sucedió con Bachelet durante esta madrugada, por lo cual permaneció en La Moneda monitoreando la situación.

Por lo anterior, en las oficinas de la Onemi se mantuvo el ministro Rodrigo Peñailillo junto a Mahmud Aleuy, como únicos representantes del poder ejecutivo.

Pero además de las nuevas especificaciones para constituir el COE, los organismos de emergencias prepararon el denominado “Protocolo ONEMI-SHOA: Respuesta ante el riesgo de terremoto y tsunami”, que establece nuevos procedimientos entre ambas entidades en caso de un sismo importante.

Según dicho documento, la Onemi quedó facultada para decretar de manera preventiva una “evacuación preventiva” cuando un sismo alcance la intensidad VII (Mercalli), la que se mantendrá “mientras se procesan los datos por parte de los organismos técnicos. De esta manera, se focaliza en primera instancia la seguridad de las personas, ante un posible escenario de emergencia mayor”, especifica el protocolo.

Por otro lado, se detallan los estados ante una emergencia. “El de carácter Informativo, indica poner atención dado que ocurrió un sismo importante, el estado de Alerta señala que el movimiento telúrico en una evaluación a priori que podría generar un tsunami, y el estado de Alarma, indica una inminente amenaza de un maremoto”, se indica.

Respecto a la “Cancelación”, se aclara que esta no implica el retorno de las personas, sino que la Onemi debe evaluar primero otras situaciones de riesgo, como fugas de gas o agua, así como posibles inundaciones. Y en el caso que las comunicaciones fallen, o si no se recibe información por más de 20 minutos desde el Shoa, la Onemi dispondrá de una evacuación preventiva en un radio que se ampliará de los 200 kilómetros al norte y sur del punto donde se haya identificado la mayor intensidad, a los 250 kilómetros.

Recordemos que el terremoto ocurrido durante la noche del martes dejó seis muertos en la ciudad de Iquique, mientras que 900.000 personas fueron evacuadas a nivel nacional, según el último informe de la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi).