Filipinas interpuso una demanda ante un tribunal de arbitraje de la ONU en el conflicto por la soberanía de varias islas del mar de China Meridional, indicó este martes el ministro filipino de Relaciones Exteriores, Albert del Rosario.

“Filipinas ha agotado todas las vías políticas y diplomáticas para encontrar una solución pacífica a nuestro contencioso marítimo con China”, dijo en una rueda de prensa. “Esperamos que el procedimiento de arbitraje permita una solución duradera al problema”, añadió el ministro.

Filipinas informó al embajador de China, Ma Qeking, de su decisión de llevar el caso ante un tribunal, siguiendo los procedimientos previstos en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, firmada en 1982 por los dos estados.

China reivindica la casi totalidad del mar de China Meridional, un centro de paso vital para el comercio mundial con importantes reservas de petróleo, gas y abundantes recursos pesqueros.

Pekín, que asegura que sus reivindicaciones se basan en “hechos y pruebas históricas”, consiguió a mediados de los años 1990 tomar el control del arrecife de Mischief, en las Islas Spratly, a pesar de las protestas de Filipinas que finalmente renunciaron a él.

Pero el gobierno de Manila quiere ahora defender el atolón de Scarborough y pide al tribunal de la ONU que China “se abstenga de llevar a cabo actividades ilegales que infrinjan los derechos de soberanía y la autoridad de Filipinas” garantizados por la convención de 1982.