Desdémona y Otelo, Emilia y Yago. Estas dos parejas son las únicas protagonistas de la versión de Jaime Lorca para “Otelo, el Moro de Venecia”, una de las obras más representadas de William Shakespeare. Claro que esta vez los personajes humanos comparten escena con objetos y muñecos, que pretenden acercar la acción al espectador.

El deseo de Lorca de montar la obra nace de una reflexión sobre la violencia contra la mujer, y del convencimiento de que el teatro de la materialidad es el soporte ideal para tocar el tema.

“El verdadero tema de Otelo es el femicidio, no los celos. Creer lo contrario es endulzar la obra, reduciéndola a una tragicomedia de malos contra buenos. El asesinato de Desdémona no se puede suavizar elevando el crimen a una dimensión romántica”, dice el director y ex integrante de La Troppa.

Para llegar a los fundamentos de la puesta en escena, el equipo, formado por Lorca, Teresita Iacobelli y Cristián Ortega, leyó cinco traducciones del texto de Shakespeare e investigó en la cotidianidad.

Teresita comenta que hay estudios que revelan que los diarios sensacionalistas justifican el femicidio: “Lo convierten en un hecho romántico, realizado por amor, o culpan a la mujer con frases como ‘por infiel fue asesinada’ o ‘con ese cuerpo provocó’. Y es la misma disculpa de Otelo, que al final de la obra pide que hablen de él como alguien que amó demasiado”.

Esta vez, no hay muñecos completos como en otros trabajos de Viaje Inmóvil, sino cabezas y trozos de cuerpos que son animados por Lorca y Iacobelli, únicos actores en escena. “Encontramos una cabeza de peluquería y decidimos trabajar con pedazos de cuerpos industriales, que hablan de la cosificación de la mujer y en cierta medida del ser humano. No son personas, sino trozos, partes desintegradas, desmembradas. Que es como ve el femicida a su mujer, como una cosa a poseer, a controlar”, explica Jaime.

Si bien la obra dura sólo una hora, está toda la trama shakespereana. Todo lo que no aparece, es informado, contado al público. Para acercar más la pieza al espectador, se incluye un elemento en la forma de contar la historia: la pareja de sirvientes ven una teleserie, llamada Otelo, el Moro de Venecia, que irrumpe tres veces en la acción.

“La teleserie es un elemento contemporáneo de melodrama, y Otelo, además de una tragedia, puede ser visto como melodrama, uno que termina mal”, insiste Lorca. Y agrega que su intención es lograr reflexión en familia y la identificación en los espectadores.

“Otelo”

Adaptación y Dirección: Teresita Iacobelli-Christian Ortega-Jaime Lorca-
Actores: Teresita Iacobelli y Jaime Lorca
Música: Juan Salinas
Vestuario: Loreto Monsalve
Asesoría Artística: Eduardo Jiménez
Iluminación: Tito Velásquez
Sonido: Gonzalo Aylwin

Coordenadas
Hasta el 4 de noviembre
Anfiteatro Bellas Artes (Parque Forestal S/N)
Viaje Inmóvil
$4000 general
$2000 estudiantes y tercera edad
Reservas a anfiteatrobavi@gmail.com