Fundación Educación 2020, a 2 años de su nacimiento, cuenta hoy con el apoyo de 79.000 chilenos (12.000 de de los cuales son profesores), una gran red social en Facebook y Twitter, constantes apariciones en la prensa y otros medios de comunicación, y lo más importante, se ha transformado en un actor importante a la hora de discutir con gobierno, parlamentarios, y diversos centros de estudio, las políticas públicas orientadas a la mejora de nuestro sistema educativo.
¿Cómo ha conseguido esto? Con un equipo de trabajo serio e independiente, absolutamente dedicado a la búsqueda de una educación de mayor calidad y equidad para los niños del país.
Es cierto que resulta un tanto subjetivo el que sea un miembro del equipo quien plantee estas cualidades, pero no se confunda, hace un año yo observaba el trabajo de 2020 con la misma distancia con que quizás usted lo pueda hacer ahora. Viviendo en Tomé (comuna cercana a Concepción en la Región del Bío-Bío) y estudiando Sociología en la Universidad de Concepción, me informaba sobre la materia a través de la prensa, con el interés que cualquiera que crea en la educación como principal vía de movilidad social pueda tener.
Así conocí a Educación 2020, leí sus propuestas y luego me adherí al movimiento, sin hacer mucho más que eso.
Sin embargo, por diversas circunstancias llegue a realizar mi práctica a esta institución, y fue ahí cuando de verdad me hice parte del proyecto, compartiendo el diagnóstico que se tiene del sistema escolar chileno, y adhiriendo a cada una de las propuestas planteadas para salir de la crisis en la que hoy nos encontramos.
¿Por qué? Porque de verdad el trabajo que en la Fundación se realiza no tiene otro objetivo que mejorar la calidad de la educación, dando reales oportunidades a todos los niños, independiente de su condición socioeconómica. Cada integrante de 2020 trabaja por una educación pública de calidad, por posicionar la profesión docente como una de las más prestigiosas y mejor remuneradas del país, por conseguir más recursos para los alumnos vulnerables. Y mucho, pero mucho más.
Y si independencia se trata, en 2020 de verdad eso se observa. Este es un movimiento cuya única finalidad es mejorar la educación, y los conflictos de interés o diferencias políticas que han entrapado el tema por años en la discusión pública quedan a un lado. Es por eso que ahora realizamos una campaña de donaciones, porque queremos ser el primer movimiento ciudadano financiado, en parte, por sus propios adherentes, lo que nos hace más independientes todavía.
Resulta difícil pedir recursos cuando no hay una casa, un desayuno, una frazada, o cualquier material que evidencie lo que se hace con la ayuda. Sin embargo, nuestros estados financieros han sido publicados regularmente, informando que pasa con los dineros que Educación 2020 utiliza.
Además, estamos convencidos que es importante ser una organización que se dedique a las políticas públicas, presionando constantemente a las autoridades por una mejor educación. Son estas mismas autoridades las que han reconocido la necesidad de tener una institución que les recuerde día a día que en materia educativa queda mucho por hacer, que busque acuerdos y ponga al tema como centro del debate.
Nosotros estamos seguros de que podemos transformar nuestra educación de aquí al 2020. Para ello necesitamos reformas profundas, por las que trabajamos día a día. ¿Se anima a ayudar?
Manuel Sepúlveda
Sociólogo de Política Educativa en Fundación Educación 2020