El catarí Mohamed Bin Hammam, uno de los dos candidatos a la presidencia de la Federación Internacional de Fútbol (FIFA), cuyas elecciones están previstas para el miércoles, anunció este domingo que retiraba su candidatura, tras una controversia con el actual presidente, el suizo Joseph Blatter, candidato a la reelección.

Bin Hammam, 61 años, y Blatter, 75, antiguos allegados -el primero apoyó al segundo en su primera elección al cargo, en 1998- deben ser escuchados este domingo en Zúrich por el Comité de Ética de la FIFA en el marco de un presunto caso de corrupción relacionado con las elecciones del miércoles.

“Han pasado cosas recientemente que me han dejado herido y decepcionado, tanto a un nivel profesional como personal”, escribió Bin Hammam en su blog, este domingo, al anunciar que renunciaba a presidir el máximo organismo del fútbol mundial.

“Me entristece que las causas que defiendo y en las que creo tengan un precio tan alto: la degradación de la reputación de la FIFA. Esto no es lo que tenía en mente para la FIFA y es inaceptable”, apuntó.

El dirigente catarí, presidente de la Confederación Asiática de Fútbol (AFC), consideró que la competencia con Blatter había provocado una guerra que dañaba el buen nombre del organismo.

“No puedo admitir que el nombre (de la FIFA) al que me siento tan unido vaya cayendo al barro por la competencia entre dos personas (…) Anuncio mi retirada de la elección a la presidencia”, explicó.

“Espero que esta renuncia no sea vinculada a la investigación que realizas el Comité de Ética, en momentos en que debo comparecer para limpiar mi nombre de las acusaciones infundadas que han sido lanzadas contra mí”, precisó.

El Comité de Ética de la FIFA ha abierto una investigación por presunta corrupción, con Bin Hammam como uno de los personajes sobre los que ha puesto su foco, y este domingo deben comparecer Blatter y el catarí.

El caso se centra en una reunión de la Confederación Caribeña de Fútbol (CFU), el 10 y 11 de mayo, en la que participaron Bin Hammam, miembro del Comité Ejecutivo de la FIFA, y Jack Warner, vicepresidente y presidente de la CONCACAF, y en la que se habrían pagado sobornos.

El Comité de Ética sospecha que esta ocasión se pudo sobornar a miembros de la FIFA para influir en su voto, en tanto que la prensa británica afirma que Bin Hammam y Warner ofrecieron 40.000 dólares (36.000 euros) en regalos a las federaciones nacionales a cambios de sus votos.

La crisis institucional se desató el miércoles, al ser llamado Bin Hammam a comparecer ante el Comité, tras lo que el catarí contraatacó pidiendo a su vez la comparecencia de Blatter, solicitud que fue escuchada el viernes.

“Este paso es algo más que una táctica por parte de los que no tienen confianza en salir ganadores de las próximas elecciones presidenciales”, dijo Bin Hammam en un comunicado, citando a Blatter pero sin nombrarlo.

Los dos hombres tendrán ahora que explicarse: el catarí por su presencia en la reunión y Blatter para aclarar si estaba o no al corriente de los hechos y si sabía que iban a pagarse sobornos.

El caso empezó cuando Chuck Blazer, miembro del Comité Ejecutivo, informó al secretario general Jerome Valcke sobre “posibles violaciones” del código ético en la reunión en la confederación caribeña.

La batalla entre los dos candidatos pone de nuevo en peligro la imagen de la FIFA, tras las recientes acusaciones de corrupción en la designación de los mundiales de 2018 (Rusia) y 2022 (Qatar), y abre además incógnitas sobre la credibilidad de las elecciones presidenciales del 1 de junio.

En noviembre pasado, dos miembros de Comité Ejecutivo de la FIFA, el tahitiano Reynald Temarii y el nigeriano Amos Adamu, ya fueron suspendidos por sospechas de corrupción en el proceso de atribución de esos dos mundiales.