El Banco Central acordó por unanimidad en su reunión de mayo subir la Tasa de Política Monetaria en 50 puntos base, para dejarla en un 5%, ante el dinamismo de la economía local, según los datos de la minuta que publicó el instituto emisor este viernes.

Según la minuta, el escenario delineado en el último IPoM contemplaba que la economía nacional mantendría en los trimestres venideros un ritmo de crecimiento alineado con su potencial, lo que permitiría la convergencia de la tendencia inflacionaria a la meta de 3% en el horizonte de proyección. Esto requería retirar estímulo de la política monetaria, hasta llevarla a un rango neutral.

“Sin embargo, en el IPoM también se señaló que los riesgos para la inflación (y el crecimiento) estaban sesgados al alza. En el caso de la inflación, basado en la conjunción de shocks adversos de oferta en energía y alimentos, cierre de las brechas de capacidad y un elevado dinamismo de la demanda interna. Esta situación llevó a acelerar el ritmo de normalización de la política monetaria en los meses recientes”, agrega el informe.

Detalla que desde la última reunión, “algunos de estos riesgos se habían moderado. En particular, los ajustes de la TPM y la reciente baja en los precios del crudo y otras materias primas, aunque aún en niveles elevados, habían contribuido a moderar las expectativas inflacionarias privadas. Estos antecedentes podrían llevar a justificar un ajuste menor de la TPM, de 25pb”.

“Sin embargo, otros riesgos se mantenían vigentes. En particular, los antecedentes recientes respecto de la economía chilena confirmaban un escenario de elevado dinamismo de la demanda interna, especialmente del consumo, y el empleo, así como una aceleración en el crecimiento del crédito y de los salarios”, añade.

Según el BC “estos antecedentes llevaban a concluir que era apropiado que la política monetaria continuara retirando estímulo monetario, actuando en forma preventiva para contener el dinamismo de la demanda interna y la propagación de shocks adversos de oferta. Elevar la TPM en 50pb era consecuente con esta estrategia de minimización de riesgos”.

Respecto de las próximas decisiones de política monetaria, todos los consejeros coincidieron en que la TPM se acercaba al rango de valores considerados como más neutrales y que los movimientos próximos se decidirían a la luz de los datos que se recibieran.

“Varios consejeros indicaron que el alza de 50pb, de alguna forma, culminaba una etapa del proceso de ajuste de la política monetaria. Esto implicaba que alzas futuras de la tasa podrían no solo ser de menor magnitud, sino que también estar acompañadas de períodos de pausa, dependiendo de las condiciones macroeconómicas que se presentaran”, precisa.