Sag estableció un área reglamentada en el sector Collao, medida que implica eliminación de racimos de uva y control del movimiento de vid en esta zona, entre otras acciones.

El Director Regional del SAG Bío-Bío, Leonidas Valdivieso Sotomayor, confirmó la detección de un brote de la polilla del racimo de la vid, Lobesia botrana, en el área urbana de la comuna de Concepción, específicamente en el sector Collao. Los insectos fueron encontrados en trampas, instaladas por personal del Servicio, para realizar la vigilancia de esta plaga en la región, indicó Tribuna del Bío-Bío.

Dentro de las medidas adoptadas se encuentra la definición de un área reglamentada, que corresponde a una zona de tres kilómetros de radio medidos desde cada punto de detección, en la cual se establecen acciones como eliminación de racimos de uva o podas de las parras, además de la regulación del movimiento de fruta.

“Estas detecciones se han realizado en forma oportuna, lo que nos permite adoptar en forma rápida las medidas adecuadas para evitar la dispersión de la plaga, por lo cual es importante la colaboración de toda la comunidad, especialmente, en lo que refiere al traslado de fruta, ya que es la principal causa de los nuevos brotes que se han detectado en el país y la región”, explicó el directivo.

En este sentido la autoridad regional llamó a la ciudadanía a colaborar con los inspectores e inspectoras del SAG, quienes durante los próximos días visitarán las viviendas de este sector, instancia en la cual realizarán un catastro de parrones caseros y darán a conocer las acciones a realizar en forma conjunta.

En la Región del Bío Bío, se han detectado ejemplares de Lobesia botrana en las comunas de Chillán, San Carlos, Chillán Viejo, Los Ángeles, Yumbel, Mulchén, San Nicolás, Coelemu, San Ignacio, Negrete y en los sectores rurales de las comunas de Trehuaco, Portezuelo y Quillón.

La polilla del racimo de la vid es una plaga originaria de Europa, que fue detectada por primera vez en nuestro país en la zona de Linderos, Región Metropolitana, en abril del año 2008. Esta plaga ataca a los viñedos, su larva provoca un daño directo al alimentarse de los racimos, produciéndose una pudrición y deshidratación de las bayas, situación que hace disminuir los rendimientos de las viñas.