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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

Anastasia Velozo Miastkovska, destacada karateca ucraniana-chilena, logró medalla de bronce en el Campeonato Mundial Adulto de Karate, siendo la primera mujer en conseguirlo. Su historia de amor con Camilo Velozo, también karateca, se gestó gracias al deporte y culminó en un emotivo matrimonio en 2019. Tras inmigrar a Chile, Anastasia se naturalizó chilena y fundó la escuela de artes marciales "Alliance" junto a su esposo.

Anastasia Velozo Miastkovska, vive y respira para el karate, un arte marcial que descubrió cuando era niña y que desde que lo empezó a practicar, no lo soltó jamás. Fue representante de Ucrania en varias competiciones, logrando el podio y ganando en las categorías sub-21 y por equipos en adultos.

Pero en estos días, Anastasia, destaca por su exitosa participación en el Campeonato Mundial Adulto de Karate, que la coronó con una medalla de bronce, siendo la primera mujer en conseguirlo.

Originaria de Lviv, una ciudad ucraniana conocida por sus monumentos históricos y cafés, la deportista repasa con BioBioChile parte de su vida, lo que la llevó a inmigrar a Chile y a vivir su historia de amor con Camilo Velozo, a quien conoció gracias al karate.

“Fui a mi primera clase de karate a los 9 años y me enamoré de este deporte”, así de categórica es la chilena-ucraniana al referirse a su gran pasión. Si bien Anastasia integró otras disciplinas como el folclore, el interés por el karate fue creciendo, y empezó a ocupar un lugar especial en su vida. Además, como el lugar de entrenamiento mantenía un aspecto lúdico, Anastasia incorporó los principios de este arte marcial como filosofía de vida. “Jugábamos y nos divertíamos”, piensa la ucraniana, sobre la pasión que siente por este arte marcial.

“Las derrotas son aprendizajes”

Al igual que cuando era niña, Anastasia, no olvida el entusiasmo infantil que le despierta el karate. Pese a que ha viajado defendiendo los colores de Ucrania y Chile, la karateca expresa que prefiere mantenerse enfocada en su preparación y el gusto por la disciplina. “No es algo que tengamos que olvidar los deportistas de alto rendimiento, competimos porque nos gusta y muchas veces nos enfocamos en la meta con bastante estrés. [A veces] lo básico se nos olvida”, reflexiona a la presente redacción. “Yo creo que en todos los deportes el rival número 1 es uno mismo”. “De repente nuestra cabeza nos engaña”, puntualiza.

Bajo este contexto, Anastasia piensa en las circunstancias que la llevaron a obtener la medalla de bronce en la categoría de -68 kilos en el Campeonato Mundial Adulto de Karate, celebrado en El Cairo, Egipto, fueron muy especiales. Según cuenta, “el mes antes del Campeonato Mundial ni tenía que estar ahí, fue muy triste para mí, me afectó mucho, en verdad, pero hay varias formas de clasificar. Durante todo el año me sentía bien, pero no se me daban las cosas, golpeé todas las muertas, pero ninguna se me abría. La última puerta se me cerró en París y me pegó muy fuerte”.

Al respecto, la karateca cuenta a BBCL que finalmente pudo clasificar, lo que le permitió competir en el certamen y al final, le permitió ser la primera mujer en lograr una medalla en karate.

Eso sí, la deportista afirma que perdió su primer combate, lo que no la logró intimidar. Es más, esta caída la motivó a ir más “decidida” a ganar. “Las derrotas son aprendizajes, es información, para mejorar técnicamente y mentalmente”, explica Anastasia.

“Me dije ‘ya basta’, me están dando otra oportunidad”. Esta decisión, de seguir adelante, pese a la derrota, marcó un antes y un después, y que terminó con su coronación en Egipto.

La historia de amor con Camilo

En marzo de 2018, Anastasia se conoció con Camilo Velozo, quien también es karateca y seleccionado nacional de la disciplina, que logró la medalla de plata, en la prueba masculina de kumite de 67 kg, en los Juegos Panamericanos de 2019, celebrados en Lima, Perú.

Para ella, el encuentro se dio por una asombrosa casualidad. “Nos conocimos entrenando en Ucrania, en un campamento que era entre Ucrania, Jordania y Chile”. Después de conocerse, siguieron en contacto por WhatsApp y la naciente pareja, mantenía varias conversaciones por videollamada para acortar los 13.000 kilómetros que hay entre Chile y Ucrania.

Luego, a finales de junio de ese año, Camilo viajó a Lviv para reencontrarse con Anastasia. Así pues, en el transcurso del año y medio, que pasó después que se conocieron, estuvieron en Japón, en Francia, en Alemania y en China, entrenando y conociéndose mejor.

Y fue en estos viajes, en Japón, que Camilo le pidió matrimonio a través de un collage de fotografías, en que la parte de atrás del cuadro, le escribió la petición. Todo esto ocurrió cuando tenían 23 años. “Ninguno de los dos se arrepintió de esta decisión, fue correcto escuchar el llamado de nuestros corazones”, indica.

En octubre de 2019, se casaron en el aeropuerto de Lviv. “Es un punto de encuentro, de despedidas, de felicidad, de tristeza y de muchas emociones, por lo tanto, es un espacio para nosotros especial”, recuerda con emoción. “Soñaba con tener un matrimonio grande, pero nos casamos en un aeropuerto”, afirma. “Éramos muy jóvenes e impulsivos, pero muy enamorados”, expresa Anastasia Velozo, que desde que se casó, decidió ocupar el apellido de su esposo. “El karate me ha entregado muchas cosas en mi vida. También tengo amigos en todo el mundo. Puedo ir a muchos países y tengo a quién escribirle, para juntarnos a tomar un café”, agrega la karateca a BioBioChile. “Eso es lo bonito del karate: las amistades, las relaciones, las emociones, los viajes y las victorias”.

Si bien pasaron cinco meses del matrimonio, en marzo de 2020, Anastasia decidió hacer su maleta y afincarse en nuestro país, en un momento en que los viajes iban a restringirse por el contexto de pandemia. Así pues, por la urgencia que los viajes estuvieran suspendidos por un largo tiempo, Anastasia llegó a Chile, de una semana a otra, cuando el plan original era que Camilo se mudará a Europa. “Mi familia sabía que esto venía, pero fue muy de golpe”, confiesa.

El cariño de los chilenos

Una vez en tierras nacionales, la deportista espero por tres años, para volver a competir, lo que significaba prepararse mentalmente y físicamente para los próximos desafíos.

En ese sentido, recién en mayo 2023, pudo tramitar la nacionalidad, lo que le permitió empezar a competir por el Team Chile.

Por consiguiente, en su primera competencia, Anastasia obtuvo el quinto lugar, en el Campeonato Panamericano de San José, en Costa Rica. Fue en esa instancia, que tomó consciencia de que ahora competía bajo los colores de la bandera chilena.

Es justo, esta necesidad de aportar al deporte, que Anastasia y Camilo, fundaron la escuela de arte marcial “Alliance”, un espacio donde dictan clases a niños en las dos sedes ubicadas en Peñalolén y Las Condes. Con el proyecto, ambos enfocan sus esfuerzos todos los días, donde deben compatibilizar también con los torneos de Anastasia y los estudios de ingeniería comercial de Camilo, que actualmente cursa en la Universidad de Chile.

Aunque en julio de este año, el matrimonio sufrió el millonario robos de las medallas obtenidas en las competencias de karate, además de perder parte del equipamiento deportivo. Sin embargo, Anastasia, cree que después de vivir ese triste momento, surgió un apoyo espontáneo de los mismos alumnos y apoderados que le ayudó a pasar la pena. “Llegaron todos el día siguiente, con escobas y paños para limpiar”, relata.

A pesar de las circunstancias y las constantes pruebas con las que deben lidiar, ya sea entrenando o representando a Chile, Anastasia expresa que nada sería posible sin el apoyo de su esposo.

“Si uno quiere vivir su sueño, es indispensable pasar por cosas difíciles, pero si estás en el equipo correcto, es mucho más fácil hacerlo”, cierra con optimismo Anastasia.