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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

Florencia Monsalvez, promesa del ciclismo chileno, brilló en el Mundial Junior en Suiza y se consagró campeona en el MTB Carlo De Gavardo en Paine. El 2026 se perfila como crucial en su carrera al competir en categorías elite. Agradeció al team Racer House y al Comité Olímpico por su apoyo.

Con solo 18 años, Florencia Monsalvez ya ha dejado claro que es una de las grandes promesas del deporte chileno. Su impresionante talento en el ciclismo, tanto en la modalidad de Ruta como en Mountainbike, ha hecho que su nombre resuene a nivel nacional e internacional.

En 2023, con tan solo 16 años, fue reconocida por el Comité Olímpico de Chile con el prestigioso premio Deportista Promesa Destacada, después de una temporada repleta de éxitos y múltiples podios.

Y este 2025 fue un año de consolidación para la joven ciclista, quien brilló en varias competiciones sudamericanas e incluso dejó huella en el ámbito planetario. Su destacada actuación en el Mundial de Cross Country Olímpico Junior en Suiza, donde consiguió un Top 7, la posicionó entre las mejores ciclistas de su categoría a nivel global.

Pero, lejos de conformarse, Florencia cerró su temporada de la mejor manera. Decidió competir en su casa, en Paine, y se coronó campeona de la XI versión del MTB Carlo De Gavardo en la categoría de 45 kilómetros.

Con todos estos logros a su haber, Monsalvez tiene su mirada puesta en el futuro y el 2026 se perfila como un año crucial para su carrera, ya que comenzará a competir en categorías elite.

Y Monsalvez habló con BioBioChile de este salto a la primera plana del ciclismo, asegurando estar lista para hacer frente a las grandes figuras del deporte a nivel mundial.

¿Florencia, cómo analizas tu temporada 2025?, una campaña que te llevó a un P7 en el Mundial en Suiza y con excelentes resultados en competiciones internacionales.

– La verdad es que fue una temporada un poco estresante. Tuvimos muchos compromisos, tanto en Sudamérica como en Europa, y eso generó una carga de trabajo importante. Uno de los momentos clave fueron los Juegos Panamericanos Juveniles en Asunción, que sumaron un gran desafío.

– Sin embargo, a pesar de la tensión, pudimos manejarlo muy bien. Estaba un poco nerviosa por cómo llegaría al Mundial, pero las dos carreras previas en Europa fueron muy positivas: un tercer lugar en Francia y un segundo en Suiza. Eso me dio mucha confianza para afrontar el Mundial. Creo que fue un año que, a pesar de los nervios y el estrés, terminamos con un balance muy positivo. Además, el cierre con el fichaje por un equipo fue un gran impulso.

Con un año tan exitoso ¿Cómo te sientes para dar el salto a las instancias más importantes, específicamente a nivel adulto?

– Sin duda, el paso a la categoría adulta es muy duro. Voy a estar compitiendo con chicas que tienen una ventaja de edad, algunas hasta cuatro años mayores que yo. Es un reto enorme. Ya estoy empezando esa transición, pero sé que el primer año será principalmente de adaptación.

– Estoy emocionada, pero también consciente de lo que implica ese cambio, sobre todo en el trabajo físico y mental que debo poner. Sé que hay que tener paciencia, pero estoy lista para afrontar este desafío.

El mundo del ciclismo profesional exige una gran inversión. ¿Has tenido algún acercamiento con patrocinadores o el sector privado para solventar los costos de la temporada?

– Mi mayor apoyo ha sido el team Racers House, quienes me han proporcionado todas mis bicicletas, lo cual es uno de los gastos más grandes que enfrenta un ciclista. También quiero destacar el respaldo que me ha brindado el Comité Olímpico, quienes han sido clave, especialmente para mis viajes y preparaciones. Gracias a ellos, pude acceder a competiciones tan importantes como los Juegos Panamericanos y el Mundial.

– Mi agradecimiento es enorme, al igual que el apoyo de la Federación, que me ha permitido estar presente en estos eventos tan relevantes.

El ciclismo en el país está creciendo y has sido parte de esa expansión. ¿Has tenido contacto con otros ciclistas destacados como Catalina Vidaurre, quien también ha logrado grandes resultados en el ámbito internacional?

– Sí, he tenido contacto con Catalina, aunque este año la vi poco debido a su agenda de competencias. Es genial ver cómo ha tenido un gran año, logrando triunfos en Italia y metiéndose entre las mejores del mundo.

– Es un orgullo ver cómo el ciclismo en nuestro país sigue creciendo y más chicas, como Catalina, están destacando. Qué bueno que el deporte femenino se esté visibilizando y avanzando tanto.

Y para finalizar, ¿cuáles son tus objetivos para 2026?

– El año próximo será una etapa nueva, con un cambio importante: voy a unirme a un nuevo equipo, lo que implica muchas cosas nuevas. Tendré que adaptarme a nuevas disciplinas, ya que estaré compitiendo tanto en ciclismo de ruta como en mountain bike.

– Además, el 2026 arranca el proyecto olímpico, con tres chicas muy buenas en Chile en este momento. La idea es ir por ese cupo con el foco de participar en Los Ángeles 2028.

– Me entusiasma mucho este desafío, porque creo que voy a aprender muchísimo y voy a seguir creciendo como deportista. Será un año de muchas adaptaciones, pero también de mucha emoción, y estoy preparada para lo que venga.