La policía argelina impidió la celebración de las manifestaciones convocadas este sábado en la capital argelina para reclamar un cambio de régimen, al tiempo que el presidente Abdelaziz Buteflika prometía una “nueva etapa en la vía de las reformas globales”, incluidas las políticas.

“Será una nueva página abierta en la vía de las reformas globales (…) que no serán fructíferas si no hay reformas políticas”, dijo Buteflika, en el poder desde hace 12 años, en un discurso leído por uno de sus consejeros con ocasión de la fiesta de la Victoria el 19 de marzo

Tras aludir al levantamiento del estado de emergencia, en vigor desde hace 19 años –algo que había prometido y cumplió el pasado 25 de febrero–, Buteflika dijo que pasaría a un nueva etapa.

El presidente argelino, que no se ha dirigido directamente a su pueblo desde 2009, subrayó la necesidad de permanecer alertas para “cerrar el camino a los que están al acecho de cualquier situación de crisis”.

Buteflika no hizo sin embargo referencia al movimiento de contestación social y política que sacude a diario Argelia, sobre todo desde las manifestaciones contra la carestía de la vida que a principios de enero dejaron cinco muertos y más de 800 heridos.

Pese a las promesas de cambio, la policía volvió a impedir la celebración de las protestas convocadas para este sábado por la Coordinadora Nacional para el Cambio y la Democracia (CNCD) y por un grupo de jóvenes, que se declararon “independientes de los partidos políticos”, desde Facebook.

La CNCD había convocado una nueva manifestación en la Plaza 1º de Mayo, la séptima desde enero, para protestar contra el “sistema político”, a la que llegaron sólo unas cuantas personas.

Creada el 21 de enero tras las protestas de principios de año contra la carestía de la vida, la CNCD se dividió en febrero por los desacuerdos en la estrategia a seguir para forzar un cambio de régimen.

Los jóvenes que habían fijado a principios de mes una protesta frente a la principal oficina de Correos en Argel para este sábado, en que se conmemoraba el 49 aniversario de la proclamación del alto el fuego en Argelia, y que llevó a su independencia de Francia en julio de 1962, tampoco tuvieron mejor suerte.

La fuerte presencia policial en todo el centro de la ciudad impidió cualquier concentración humana.

Desde el aire, un helicóptero vigilaba las operaciones.

Pese a la abolición del estado de emergencia el mes pasado, las manifestaciones siguen prohibidas en Argelia desde junio de 2001.

El viernes, la nueva Alianza Nacional para el Cambio (ANC) integrada por pequeñas formaciones, entre ellas la de los islamistas moderados, y el respetado ex primer ministro Ahmed Benbitour, celebró su primer mitin en una sala de la capital argelina, en el que reclamaron un cambio profundo pero pacífico del régimen.